La asociación Amigos del Natahoyo celebró ayer su vigesimosegunda comida de hermandad, en la que se rindió un homenaje al Albergue Covadonga, institución solidaria que nació, en el año 1988, en el barrio, concretamente en las viejas dependencias del macelo municipal, que se encontraban en una zona completamente transformada actualmente por el plan urbanístico de Poniente.

Casi un centenar de naturales de El Natahoyo y simpatizantes con ese barrio de la zona oeste de la ciudad se dieron cita en el restaurante Savannah para participar en el ágape, en el que también fueron homenajeados tres veteranos: Bernardino Bernardo, Alberto Uría y Roberto Menéndez, los tres de 83 años de edad. Se les entregaron sendas placas conmemorativas.

Por su parte, el presidente de la Fundación Albergue Covadonga, Lorenzo Mariñas, fue quien recogió, en nombre de la institución, una placa como testimonio del homenaje de los Amigos del Natahoyo a una entidad que desde finales de los años ochenta del siglo pasado es esencial, en Gijón, en la atención de los más necesitados, especialmente transeúntes.

Con la finalización del almuerzo también se descolgó la exposición fotográfica que durante dos días se pudo ver en el Savannah, con instantáneas referidas a la historia de la construcción de la primera piscina (de agua de mar) del Club Natación Santa Olaya y del Real Sporting de Gijón, con motivo de su séptimo ascenso a Primera División.

El Albergue Covadonga abrió sus puertas en enero de 1988 y fue el resultado del esfuerzo, especialmente, de María del Carmen Covadonga Donate Vigón (la hermana Covadonga de las Siervas de los Pobres), el jesuita Francisco Herrero y Tomás Marcos.

En la abandonadas, entonces, dependencias del macelo municipal, muy próximas al astillero Naval Gijón, acondicionaron espacios destinados a cocina, comedor, aseos y dormitorios, con el objeto de prestar atención (techo y comida) a los más necesitados.

Mostrar su solidaridad con el trabajo realizado y recordarles como buenos vecinos fueron los argumentos esenciales para el homenaje que ayer tributaron los Amigos del Natahoyo al Albergue Covadonga.