No era del todo fácil avistar aves ayer en el Jardín Botánico. Entre el bochorno e importantes rachas de viento del mediodía, los pájaros estaban más esquivos que de costumbre. Pero liderados por naturalistas veteranos en estas lides, los participantes en la gymkhana organizada ayer, en ocasión del Día Mundial de las Aves, lograron su objetivo.
"Vimos y escuchamos a la corneja, el chochín, el mirlo, el petirrojo, la paloma torcaz, el carbonero...", enumeraban, haciendo memoria, Carmen Martínez y sus dos hijos: Elisa y David, de diez y siete años. Ellos fueron algunos de los participantes en la gymkhana, organizada en colaboración del colectivo ornitológico "Carbayera del Tragamón", que también mostró este fin de semana una exposición de picos, plumas y nidos recogidos en el entorno del museo verde gijonés.
"Me gustó mucho el petirrojo, porque era fácil de ver", recalcaba Elisa. La familia decidió acudir al Botánico para disfrutar de las actividades organizadas por el Día de las Aves "para hacer alguna cosa relacionada con la naturaleza, salir de casa y distraernos".
Después de la gymkhana pudieron disfrutar del concierto ofrecido por un cuarteto vocal del Conservatorio Profesional de Música y Danza de Gijón, que llevaba por nombre "Vuelo sonoro". Asimismo, el biólogo y fotógrafo de la naturaleza, José Antonio García Cañal, ofreció una conferencia titulada "Cuándo, cómo y hacia dónde se desplazan las aves".
Desde Langreo llegó al Botánico Pedro Cubillas, invitado por su amigo gijonés Sergio Bartolomé. Ambos, grandes aficionados a la fotografía, iban equipados con sus cámaras. "Hace tiempo que Sergio me había invitado a venir al Botánico. Y la verdad es que está muy guapo", contaba el langreano, que participó en la gymkhana cámara en mano. "Creo que conseguí sacar un glayu (arrendajo)", aseguraba.
Sergio Blanco y Amador Vázquez, del colectivo ornitológico "Carbayera del Tragamón", reivindican el Botánico como "un gran sitio" para el avistamiento de pájaros, porque "están más acostumbrados a la gente y se dejan ver de bastante cerca". Han contado hasta casi cien diferentes especies de aves en el museo verde gijonés, algunas de ellas migratorias. Entre las más valorados por los fotógrafos, el torcecuello, pájaros carpinteros, el martín pescador o el camachuelo.
