"Ahora o nunca; éste es el momento justo en el que se puede conseguir algo". Vicente Blanco fue uno de los participantes, ayer, en el "Día de la Reciella". Acudió con el objetivo de aportar su grano de arena para promocionar y difundir la llingua asturiana. "Soy un firme defensor. Mis hijos, Nel y Vítor, tienen nombres asturianos. En mi casa se habla llingua asturiana para inculcársela desde pequeños", explicó.

La tercera edición del "Día de la Reciella: lletres de futuro" se celebró ayer en el Muséu del Pueblu d´Asturies. Niños y adultos disfrutaron de un taller de juegos tradicionales con los monitores de la asociación cultural "Esbilla". También hubo espacio para la música con el dúo "Mestura", que integran la voz de Marisa López y la guitarra de Luis Suárez. Y para un taller de quesos con el cocinero y comunicador Lluis Nel Estrada. "Recordad que el quesito y el tranchete no son quesos, son derivados", advertía a los niños participantes antes de ponerse manos a la obra y acercarse a la nutrida variedad de quesos de la región.

El pequeño Nacho Miras, de nueve años, fue otro de los participantes en el "Día de la Reciella". Era el primer año que acudía. Y junto a él también su padre Juan Miras Casielles. "Aquí siempre vamos a la cola, es hora de dar un paso al frente. No pedimos nada que no estén pidiendo otros", destacó, al mismo tiempo que hizo un llamamiento "para que acuda más gente a jornadas así y se promocionen más. Me enteré por casualidad, porque venía del rastro, y es muy interesante".

Aunque la jornada estaba prevista que se iniciase a las once de la mañana, el "Día de la Reciella" se inició con algo más de retraso y hubo que agrupar las actividades en torno a las 13 horas, en un momento de máximo apogeo en la zona este de la ciudad, ya que se juntó la feria del stock en el recinto ferial, el rastro de los domingos detrás del Palacio de los Deportes y también el partido de fútbol entre el Sporting B y el Racing de Santander en El Molinón con presencia de seguidores cántabros.

Después de comer hubo una gymkana con el nombre "Lletres en el Museu". Y también actuaron David Varela y la Escuela La Quintana. Pero el sentimiento de la gran mayoría de los asistentes fue común. "Está casi mal visto que se hable asturiano. Da síntomas de aldeanismo y no debe ser así. Lo debemos tratar como algo muy natural y muy nuestro", incidió Vicente Blanco.