El consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Gijón aprobó ayer la reestructuración interna de la entidad planteada por su nuevo presidente, Laureano Lourido, que entre otras cosas incluye la creación de una Dirección de Auditoría Interna y de Empresas Participadas (un "controller", en jerga empresarial) que revisará las cuentas de Ebhisa, Lonja Gijón, la Zalia y Ventastur, además de las del propio puerto.
Esa nueva dirección forma parte de un amplio vuelco a la estructura: por un lado se crea una nueva área estratégica dependiente de Presidencia, en la que se potencian los servicios jurídicos y se ubica la nueva dirección de auditoría; y por otro lado se refunden en dos las tres grandes áreas de gestión interna que cuelgan de la dirección general, haciendo desaparecer el área técnica que estaba bajo la dirección de Miguel Villalobos, en edad de jubilación.
El nombramiento ayer por el Consejo del ingeniero Gonzalo Mallo Gómez, con un marcado perfil técnico, como nuevo director general de El Musel en sustitución del economista José Antonio Lago, facilita esa reestructuración. Mallo era hasta ahora director técnico de la terminal de graneles sólidos, Ebhisa, de la que Lourido fue gerente durante los tres últimos años.
De Mallo dependerá toda la gestión interna en el día a día, a la vez que formará parte de núcleo duro de El Musel que se agrupa en la nueva área estratégica, con Lourido a la cabeza. La creación de este área llega en un momento en el que la Autoridad Portuaria está envuelta en conflictos jurídicos en la Audiencia Nacional y en la UE, por supuestas irregularidades en la obra de ampliación, con alto riesgo de perder los 247,5 millones de Fondos de Cohesión concedidos por la UE.
En la información que recibieron ayer los consejeros sobre la reestructuración del Puerto se explicó que en el área estratégica el presidente contará con el apoyo de su gabinete, integrado por el secretario del Puerto, José Luis Barettino Coloma; la directora de asuntos jurídicos, Lucía López Martínez y la persona que se encargue de la dirección de auditoría, pendiente de nombrar.
Ese cargo de nueva creación no es el primer intento de incluir un responsable de auditoría interna en El Musel. En 2012, con Emilio Menéndez en la presidencia, se seleccionó, con el rango de jefe de división, a un auditor de cuentas ovetense, el cual fue despedido poco después, ya bajo el mandato de Rosa Aza, por no haber pasado el periodo de prueba.
Los nombres del director general, el secretario y la directora jurídica son los únicos sobre los que ayer se informó a los consejeros. Del resto del organigrama se conocen sólo los puestos, pero no quién los va ocupar (salvo el exdirector, José Antonio Lago, que pasa a Innovación y Desarrollo).
El consejo también realizó cambios de representantes en las sociedades en las que el Puerto tiene consejeros. Destaca el nombramiento del responsable de recursos humanos de Ebhisa, Lucio Monteagudo Arcas, como consejero de la Sagep (sociedad de estiba de la que en su día fue gerente) en sustitución del jefe de explotación de El Musel, Alejandro Coto.
Para el consejo de Ebhisa han sido nombrados Lourido y Mallo; mientras que Barettino y Lucía López ocuparán los cargos en el consejo de Lonja Gijón que hasta ahora ostentaban la anterior presidenta del Puerto y el jefe de contabilidad, Samuel González. Barettino también se sentará en el consejo de la Zalia junto a Lourido y Mallo, relevando al también directivo portuario Roberto Díaz Rato. Barettino también será consejero de Ventastur, cargo ocupado antes por la presidencia.
En la reunión Lourido también informó a los consejeros de su reciente encuentro con miembros de la plataforma contra la contaminación, lo que dio pie a que las alcaldesas de Gijón y Carreño, Carmen Moriyón y Amelia Fernández le instaran a que también recibiera a otros representantes vecinales molestos con las nubes de carbón, algo sobre el que el Puerto prepara medidas en busca de solución.
