Antonio Tajani, actual vicepresidente del Parlamento europeo que fuera Comisario de Industria y Emprendimiento de la Unión Europea (UE) hasta 2014, no se olvida de la factoría gijonesa de Tenneco, junto a la cual hay una calle con su nombre reconociendo su implicación en la reciente y exitosa lucha de los trabajadores para la reapertura de la planta. Ayer, Tajani mostró su compromiso para "hacer un seguimiento" del proceso de venta de la fábrica que ha abierto la multinacional norteamericana dedicada al sector de los amortiguadores.

Un compromiso manifestado tras una reunión con el europarlamentario socialistas asturiano Jonás Fernández. Ambos mantuvieron un encuentro en la sede del Parlamento europeo, en Estrasburgo, para abordar la situación en la que se encuentra actualmente la planta gijonesa del Alto Pumarín. Según ha explicado el PSOE a través de un comunicado, "durante el encuentro, el eurodiputado socialista asturiano y el vicepresidente del Parlamento europeo se han comprometido a hacer un seguimiento sobre la evolución de la compañía y sobre ese proceso de venta que parece que está abierto". La venta posterior de la fábrica fue una condición impuesta por Tenneco para dar marcha atrás al cierre.

Tanto Jonás Fernández como Tajani -que pertenecen a siglas políticas muy diferentes, dado que el italiano fue fundador de Forza Italia, partido conservador de Silvio Berlusconi- coincidieron en la necesidad de "centrar todos nuestros esfuerzos en garantizar la estabilidad de la planta, el futuro del empleo y de la industria en Gijón". Para conseguir su objetivo, expresaron su total compromiso para estar "muy encima de lo que pueda ocurrir en los próximos meses para garantizar el empleo estable y el futuro en esa fábrica".

La plantilla, que en la actualidad cuenta con 116 trabajadores, vive momentos cruciales para su futuro, dado que el proceso de venta entrará en una fase decisiva. La factoría gijonesa de la multinacional estadounidense ha suscitado el interés de varios fondos de inversión, además de alguna empresa, según ha trascendido. Aunque su interés están por concretar.

El próximo 16 de octubre el proceso dará un nuevo paso, al tener que presentar ofertas vinculantes los interesados en adquirir la fábrica del Alto Pumarín. En principio, las instituciones -Unión Europea y Principado- velarán por que el proceso de venta se complete de forma satisfactoria y para que, independientemente de en qué manos caiga la planta, se garantice el futuro de los empleados, que ya tuvieron que enfrentarse en una ocasión a un cierre, al que le siguió una lucha de los trabajadores por reabrir la factoría que ya ha quedado para la historia.

Asimismo, el comité de empresa de la planta, que ha sido renovado recientemente tras unas elecciones, permanecerá muy atento a los movimientos que realice la multinacional.