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El congreso de los muertos vivientes

La presencia de fallecidos, militantes centenarios y cargos de Foro en el censo del cónclave local que aupó a Mariano Marín abre otra brecha en el PP gijonés

El congreso de los muertos vivientes

Al PP de Gijón le crecen los enanos y se le aparecen los muertos, en un ritual menos terrorífico que tragicómico, meses después del controvertido congreso que aupó al poder local al abogado Mariano Marín, que no tuvo contrincante.

Acaba de conocerse, a la luz del pleito legal que los cinco ex concejales populares en el Ayuntamiento mantienen contra la dirección local del partido por supuestas irregularidades detectadas en el cónclave celebrado el pasado 7 de febrero, que el censo que sirvió de base a la petición de avales estaba supuestamente inflado. La lista de 3.562 afiliados que la dirección del partido ha remitido al juzgado a cuenta de la demanda presentada por el grupo de ex ediles que encabeza Manuel Pecharromán, incluía a un centenar de personas ya fallecidas, a otras 16 que superan los cien años y uno que incluso alcanzaría, de vivir, los 108. Además de otros trescientos, siempre según la versión del sector crítico enfrentado a las direcciones local y regional, que se habían dado de baja del partido previamente al congreso. Y como detalle aún más lacerante, la lista incluye al concejal de Urbanismo, portavoz de Foro en el Ayuntamiento y mano derecha de Carmen Moriyón, Fernando Couto, y a un hijo de Francisco Álvarez-Cascos: Fernando Álvarez-Cascos Fernández-Escandón.

Un ex alto cargo local del partido, alineado ahora con el sector crítico a Mercedes Fernández en Gijón, manifestó ayer a este periódico que el censo presentado al congreso "es falso de toda falsedad", al tiempo que calificó de "escándalo" lo acontecido. "Nadie se puede creer que el PP de Gijón tiene más de 3.500 afiliados. Ni de broma. Pero ese número inflado les permitió pedir un número de avales al que era muy difícil llegar".

"Y encima está lo de los muertos que han resucitado en beneficio propio, que más que un partido el PP de Gijón parece un capítulo de "The Walking Dead", añade este destacado militante. Parece que, ciertamente y parafraseando a los clásicos, "los muertos que vos matáis gozan de buena salud" en la sede popular de Álvarez Garaya. Y salen de sus tumbas para pedir cuentas a los vivos, como los "caminantes" de la serie de la Fox, que este mismo mes arranca su sexta temporada.

El abogado de los demandantes que piden la anulación del congreso, Manuel Estrada, acaba de pedir al juzgado que instruye la causa que reclame al PP de Gijón el censo completo de afiliados, ya que a los requerimientos de los críticos, la dirección local de los populares sólo remitió al juez una lista de nombres y apellidos, pero sin más datos para conocer la situación de los afiliados, como su fecha de nacimiento o su DNI.

Otro representante relevante del sector crítico calificó ayer a este periódico de "OPA hostil" la actitud de la presidenta regional del partido, Mercedes Fernández, con el PP de Gijón. "Ha ido arrinconando a los militantes de toda la vida para llenar la sede de retornados de Foro. El presidente del partido procede de las filas casquistas; los concejales también y otros altos cargos que además están recibiendo sueldos públicos".

Este histórico militante considera que "Cherines" ha sacrificado el PP de Gijón, que en las últimas elecciones locales obtuvo los peores resultados de los últimos mandatos, a una estrategia de "recoger para el partido los cadáveres que van quedando de un Foro en hundimiento". Tan es así que calificó de "esperpento lamentable" que los diputados regionales del PP jalearan ayer el discurso de Cristina Coto en el Parlamento asturiano en la reprobación al presidente de la Junta, el socialista Pedro Sanjurjo, en la que populares y casquistas iban de la mano.

El pasado 29 de julio tuvo lugar en el Juzgado de Primera Instancia número 11 de los de Gijón la audiencia previa al juicio para la impugnación del congreso del Partido Popular de Gijón en el que Marín fue elegido presidente. En la demanda, interpuesta por los ex concejales populares del anterior mandato, descabalgados de las listas electorales y apartados de los órganos decisorios del partido, se solicitó la declaración de nulidad de la cita congresual, celebrada meses después de que otro juez, en este caso el titular del juzgado de Primera Instancia número 4, Luis Roda, anulara, en enero, el congreso previo, celebrado en octubre del año pasado, en el que obtuvo la victoria David González Medina, ahora diputado regional en el Parlamento asturiano, frente al candidato de los críticos, Ignacio Riestra. Roda determinó dejar sin efecto el nombramiento del presidente electo, así como cualquier acuerdo de la Junta Directiva Local liderada por González Medina.

El PP convocó otro congreso, extraordinario, que vuelve a estar en los tribunales, dibujando un escenario apocalíptico en una organización que a nivel local que deambula como un zombie, va dejando cadáveres por el camino y no levanta cabeza. Si el juez vuelve a anular ahora el segundo cónclave, el de los muertos vivientes, los críticos anuncian que irán a ganar el partido "a tumba abierta". Mientras, la dirección local guarda silencio y prefiere no valorar el proceso judicial abierto. Por ahora callan como muertos.

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