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La Fundación Alvargonzález repasa en una exposición la historia del tranvía gijonés

La primera línea, entre Corrida y La Guía, se inauguró hace 125 años y el servicio se suprimió en 1964 sin que prosperara el intento de recuperación

Una de las imágenes de la exposicion. ANTÓNIO PASSAPORTE (FOTOGRAFÍAS DE LOTY)

"Un tranvía movido por fuerza animal". Era el meollo de la solicitud que Florencio Valdés cursó, el 27 de enero de 1887, al Ministerio de Fomento. Aún hubo que aguardar tres años largos para que la petición pudiera concretarse. La primera línea del nuevo transporte, que transcurría entre la calle Corrida y La Guía, se inauguró mediante el uso de caballerías (lo que se ha llamado "tracción de sangre") el 30 de marzo de 1890, un Domingo de Ramos.

Son algunos de los datos e historias que podemos encontrar en "Los tranvías de Gijón: 125 aniversario", que se inaugurará el próximo viernes en la sala de la Fundación Alvargonzález, en Cimadevilla. Una muestra comisariada por Ramón Alvargonzález, director de la institución y catedrático de la Universidad de Oviedo.

Durante setenta y cuatro años, hasta la noche del 10 de mayo de 1964, los tranvías cosieron el paisaje urbano gijonés y constituyeron una estampa local que hay quien todavía echa de menos. El servicio se suprimió en la noche del 10 de mayo de 1964, también domingo, después de que sólo veinticuatro horas antes el entonces alcalde, Ignacio Bertrand y Bertrand, certificara la defunción mediante una nota oficial.

"Los tranvías de Gijón: 125 aniversario" supone también una manera de recordar a Calixto Alvargonzález Landeu (1854-1910) y a José Luis Alvargonzález Caso (1884-1971), ambos personajes prominentes de la Compañía de Tranvías de Gijón, cuyo archivo histórico custodia la Fundación Alvargonzález.

La muestra, que estará abierta al público hasta el próximo 13 de noviembre, se divide en cinco secciones, con parada final en la recuperación en el año 2002 del tranvía bilbaíno, cuarenta años después de su cierre. Según datos de la Fundación Alvargonzález, ese transporte de la capital vizcaína tuvo tres millones de viajeros en 2013.

La exposición está compuesta por fotografías de época, paneles informativos, documentos de la Compañía de Tranvías de Gijón y paneles informativos, entre otros materiales de interés. Calixto Alvargonzález y José Luis Alvargonzález ocuparon la presidencia de la citada empresa. El primero desde 1901 hasta 1910, mientras que el segundo, ingeniero de la firma desde muy joven, fue la referencia de los tranvías gijoneses hasta el año mismo de 1964. Fue el directivo que dirigió el gran paso de la "tracción de sangre" a la "tracción eléctrica". Ese cambio se verificó en 1909.

Según datos de Ramón Alvargonzález, el tranvía se convirtió en el principal medio de transporte en Gijón en los años de la posguerra: en 1949 llegó a mover quince millones de pasajeros. Los tráficos cayeron de manera imparable a finales de los años cincuenta. Hay una cierta nostalgia de aquellos tranvías. IU trató de recuperar el servicio en 2007, cuando gobernaba con los socialistas, bajo el argumento de que es un transporte ecológico y ágil. Propuso una línea desde el centro de la ciudad hasta Roces. La empresa EPYPSA hizo un estudio que constató la viabilidad de dos trayectos, con una inversión total de 214 millones. El planteamiento quedó sólo en proyecto.

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