Vio arte donde nadie se fija. Escuchó donde nadie pone el oído. Y ha terminado inaugurando una instalación en Laboral Centro de Arte. La joven canadiense Andrée-Anne Roussel está satisfecha con su residencia de dos semanas en el centro gijonés, adonde llegó desde Quebec con un proyecto debajo del brazo: mostrar al mundo la belleza del sonido que produce una orquesta cuando, antes del concierto, sus integrantes afinan sus instrumentos.

Así surgió "Afinando (The Warm-up)", en colaboración con el Conservatorio de Música y Danza de Gijón y la Orquesta Filarmónica de Asturias. La instalación sonora fue inaugurada ayer en Laboral. "Gijón era el sitio idóneo para este proyecto al tener un conservatorio al lado y contar el centro de arte con un laboratorio de sonido", destaca Roussel.

La canadiense grabó a la orquesta asturiana antes de una actuación. Para ello tuvo que utilizar micrófonos ambisónicos. Así pudo registrar, tal y como pretendía, el momento en el que los músicos afinan sus instrumentos antes de comenzar su actuación, algo que ella considera "una obra de arte en sí mismo". Roussel cuenta cómo se percató de la belleza de este momento. "En un concierto de orquesta me encontraba sola y me fijé en el sonido que hacen los instrumentos en el momento antes del concierto", narra. A su percepción ayudó que, pese a estar más centrada en el cine y el vídeo en su carrera artística, el piano "siempre ha formado parte" de su vida.

Ahora, ese descubrimiento personal que para la mayoría pasaba desapercibido ha intentado trasladarlo al mundo a través de una pieza expuesta en Laboral.