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XABIEL GARCÍA PAÑEDA | Profesor de Ingeniería Telemática en la Escuela Politécnica

"No estamos preparados para la era digital, tenemos que tomar precauciones"

"El mundo real olvida rápido, pero internet olvida muy mal; borrar la memoria en los buscadores es un problema que cuesta dinero y trámites"

Xabiel García, ayer, en la Cámara de Comercio de Gijón. ÁNGEL GONZÁLEZ

Una lavadora puede ser potencialmente asesina. Porque "programando un determinado modelo para que haga ciertas cosas, puede acabar inundando varios pisos y ocasionando un gran agujero económico en los seguros del hogar y hasta en el valor en bolsa de la marca". El profesor de Ingeniería Telemática de la EPI Xabiel García Pañeda tiró ayer de ejemplo llamativo pero "perfectamente posible" para advertir a los usuarios de la escasa conciencia de los riesgos digitales a los que están expuestos. Lo hizo en el marco de la jornada "Los riesgos de la Era Digital", organizada por la Cámara de Comercio de Gijón con la presencia de varios expertos como Alejandro Alvargonzález, Eduardo Pérez, Fernando Claro o Sara Muñoz.

-¿Estamos preparados para la era digital?

-Es necesario generar un poco de inquietud y de tensión, porque la gente está muy relajada pensando que ciertas cosas no les van a pasar a ellos, y hay que estar alerta. Porque puede que nunca te vayan a robar en casa, pero por si acaso la puerta la dejas cerrada, con rejas o con alarma. Pero ese tipo de precauciones no las tenemos en el mundo digital, y hay miles de casos a diario de robos y estafas de todo tipo. La gente no es consciente de que eso pasa, y tenemos que alertar de que sí está pasando, y pasa mucho. Y pasa de todo.

-¿Por ejemplo?

-Desde los casos en los que el usuario visita una página web y le salta el virus de la Policía amenazando con meterlo en la cárcel si no paga una multa, hasta el virus que encripta el disco duro y te piden un rescate. Y también puede pasar lo que le sucedió a un padre que entró en la habitación de su bebé y en el monitor alguien le hablaba al niño diciéndole cosas terroríficas. Fue un caso real de EE UU, con un hacker que pirateó el sistema de monitorización a través de internet. Y también se puede entrar en las cámaras de seguridad de colegios, de casas privadas...

-¿Tantas pistas vamos dejando en las redes?

-No somos conscientes de que en realidad necesitamos tomar precauciones. La informática avanzó muy rápido en pocos años. Antes de mediados de los ochenta nadie tenía un ordenador, alguien decía que alguien había visto un ordenador, y lo mismo pasaba con los móviles. Y ahora todos nos conectamos a internet, todos tenemos correo, entramos aquí y allá, compramos... y en muy pocos años gente que lo más digital que había manejado era una calculadora tiene ahora mismo un instrumento que es capaz de hacer de todo, como sucede con el teléfono móvil.

-¿Nos falta formación?

-Los teléfonos de hoy en día tiene infinita más potencia que los ordenadores que utilizó la NASA para ir la Luna. Además tienen cámara, sistema de grabación y conexión a internet ilimitada. Y no somos conscientes de eso. Y además, en ese proceso de aceleración en los últimos años todavía es mucho más importante porque entran en juego otros factores como el internet de las cosas. Ahora tenemos un reloj conectado a internet, las cámaras también, la televisión... y dentro de poco tendremos cualquier dispositivo conectado a la red. Hasta las lavadoras se pueden conectar ya a internet por wifi. Todo está conectado a internet, hasta los marcapasos, con conexión remota. Y tenemos que tener en cuenta que se trata de dispositivos complejos, son dispositivos informáticos programables que se pueden manipular para conseguir que el dispositivo haga de todo.

-¿Qué pueden hacer los usuarios para protegerse?

-Lo primero ser conscientes. Yo puedo vivir en una casa en el campo y no tengo por qué vivir con miedo, porque tengo una cerradura y una valla, tengo una cierta seguridad. Y lo mismo en internet, tengo que tener esa precaución, un antivirus en casa, una política de no instalar cualquier software pirata, o de no usar las redes wifi abiertas gratuitas de manera indiscriminada. Tenemos que saber que tenemos que tener cierta precaución, y tenemos que escoger los productos que compramos.

-¿No ha crecido la conciencia entre los usuarios?

-La gente joven es inconsciente, lo suele ser el mundo real y lo es también en el mundo virtual. Pero hay un problema: el mundo real olvida rápido, pero internet olvida mal, muy mal. De hecho la UE tuvo que legislar el derecho al recuerdo, que alguien pueda decir a Google que borre ciertos datos. Eso se puede llegar a hacer, necesita unos trámites y cuesta dinero. Pero hay otro problema: que para saber que algo te lo tienen que borrar tienes que saber que existe. Y puede que lo tenga alguien y no sepas que existe, y puede que eso se acabe utilizando en su contra desde cualquier ámbito.

-¿Estamos muy desprotegidos?

-No es que sea el oeste, y la legislación avanza. Pero esto avanza más rápido desde el punto de vista tecnológico y también funcional, de servicios que nos están prestando, que es muy difícil que vayan legislando al mismo ritmo. Además, no se sabe ni cómo hacerlo. Estamos acostumbrados a legislaciones nacionales, de cada país en su territorio, y a una especie de legislación trasnacional que son más bien acuerdos entre los países. Pero estos servicios son todos internacionales, es lo que sucede por ejemplo con los juegos en red. Es una cuestión que preocupa a la Policía, porque estamos acostumbrados a que los delitos sean locales, pero ahora hay que emitir órdenes internacionales, y contar con que la policía de otros países esté dispuesta a colaborar y a investigar, y las legislaciones son diferentes.

-O sea, que no estamos preparados para la era digital.

-No estamos preparados. Y tenemos que tomar conciencia, especialmente la gente que no nació en la era digital y de repente se ha visto con todos estos recursos a su alcance.

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