Pedro Duro Benito, bigote adusto, cuello almidonado y pose decimonónica, retornó ayer a sus aposentos. Más de 150 años después, el prohombre de la industria regional regresó a la vida, de manera figurada, para pasearse por la Quinta Duro gijonesa, la que fuera su estancia de recreo en las afueras de la Villa de Jovellanos, hoy transformada en apacible hotel entre los árboles.

Lo hizo de la mano del actor asturiano Pedro Civera, caracterizado para la ocasión con el propósito de rendir homenaje a la figura del industrial riojano, que ayer tuvo la oportunidad de encontrarse con su tataranieto, Carlos Velázquez Duro. El emotivo momento tuvo lugar en la finca y edificio que en su día fue adquirido por Pedro Duro para poder disfrutar de sus veranos en Gijón. Una ciudad bien conocida por él, toda vez que su única hija, Pilar Duro, fue asidua durante años a los Baños de Ola de la Playa de San Lorenzo.

Fue esa querencia por la costa gijonesa la que llevó a Duro a adquirir una finca propiedad de Andrés de Capua, quien fuera alcalde de Gijón. En ella disfrutó de los veranos hasta su fallecimiento, en un espacio que, hoy en día se mantiene en su estado casi original gracias a los desvelos de Carlos Velázquez Duro y su mujer, Manuela Pinilla.

Ayer ejercieron de emocionados anfitriones de su antepasado, al que mostraron el estado de los salones, salas de descanso, terrazas y habitaciones, entre las que se conserva la suya propia en su estado primigenio. Pudo el siderúrgico recrearse ante una pintura de sí mismo en su juventud, o contemplar con detenimiento el cuadro de Piñole que representa a su nieto, Jesús Fernández Duro, quien llegó a ser fundador del Real Aeroclub de España y Caballero de Honor de la Legión francesa. En la Quinta Duro permanece para el recuerdo la Copa de los Pirineos conseguida tras atravesar en solitario la cordillera entre Francia y España, desde Pau a Granada.

El "abuelo" se maravilló de lo bien conservada que se mantiene su propiedad, y animó a sus descendientes a continuar con la labor para preservar su legado. "Es maravilloso volver", aseguró. Y su "tataranieto" le dio un abrazo emocionado.