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La esquina

El tranvía de exposición

El tranvía de exposición

Gijón tiene entre sus muchas virtudes una que no debe perder jamás y que es el recuerdo de los tiempos pasados, que, como todo en la vida, avanzan según van cayendo las hojas de los calendarios. Ayer mismo la Fundación Alvargonzález abrió una exposición sobre el tranvía de Gijón, aquel medio de transporte que está metido por derecho propio en la memoria de las generaciones ya mayores. No se trata de añorar el tranvía ni de reclamar su vuelta al paisaje urbano gijonés, sino de recordar un medio de transporte en sus tiempos universal. Aquellos tranvías amarillos, con reliquias hasta hace poco visibles en algún rincón local, pasaron a la historia cuando su cohabitación con el coche se hizo imposible. "No se agrupulen, pasen para dientro, que el autobús está vacido", cuenta la leyenda urbana que decía un conductor de los nuevos autobuses, sustitutos del tranvía. Y ahí siguen los autobuses, sucesores del tranvía de exposición.

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