La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Sespa acelera el envío de pacientes de lista de espera a Cruz Roja tras un parón

El hospital de la calle Uría, que el pasado año cerró con su máximo histórico de cirugías, registraba hasta septiembre un 25% menos de actividad

El hospital de la Cruz Roja de Gijón vuelve a tener casi a pleno rendimiento sus quirófanos. Los que durante los últimos meses estuvieron a menor nivel de actividad de lo deseable por una relajación en los envíos que realizó el Sespa (Servicio de Salud del Principado) de casos de lista de espera pendientes de cirugía, principalmente de pacientes de Cabueñes.

De acuerdo con el compromiso verbalizado por el consejero de Sanidad, Francisco del Busto, la lista de espera de los hospitales deberá sufrir un impulso, y para ello ya ha advertido que la colaboración de los centros concertados será importante. Y en el caso de Gijón, Cruz Roja es una de esas claves para lograr la depuración de las demoras en los procesos más habituales y de mejor complejidad. Unas demoras que, sin que las autoridades estén dando a conocer datos exactos desde hace meses, sí se sabe que han aumentado de forma significativa.

Según los datos aportados por la Consejería al grupo parlamentario de IU, en agosto había 19.471 personas en toda Asturias pendientes de pasar por quirófano. Sólo dos meses antes esa cifra era de 18.180 pacientes. Y en el caso del hospital de Cabueñes, que junto al HUCA es de los centros con más problemas, se tiene constancia de que los 61 pacientes que había en junio con retrasos de más de seis meses en su operación se habían multiplicado por dos en agosto. Y ahí es donde entra el apoyo necesario de Cruz Roja.

El centro de la calle Uría cerró el año 2014 con su récord histórico de actividad quirúrgica. Casi 8.000 intervenciones derivadas en su mayoría de Cabueñes y en menor medida el área VIII, sobre todo por el incremento de derivaciones de pacientes de traumatología y oftalmología. Con esos datos el hospital volvía a superar la actividad pactada ese año con el Sespa en su concierto singular (la cifra prevista era de 7.255 operaciones para el año), algo que ha venido ocurriendo desde hace tiempo evidenciando la capacidad del centro para desarrollar más trabajo del que inicialmente se les reconoce, y la necesidad que siempre acaba teniendo el Sespa de que lo hagan.

Este año 2015, con una actividad pactada menor de la realizada el pasado año, y quizá por el interés de las autoridades sanitarias asturianas de ajustarse al marco legal, los últimos meses han sido de contención en los envíos de casos de cirugía, tal como reconoce el gerente de Cruz Roja, Pedro Herce. Hasta tal punto que a fecha de septiembre el hospital llevaba realizadas un 25% menos de intervenciones quirúrgicas que hace un año, lo que en términos de casos podría suponer entre mil y mil quinientas operaciones menos. Tras unos primeros meses del año con buen ritmo de trabajo, "desde aproximadamente el mes de abril hubo un freno que sólo ahora está empezando a recuperarse, porque va a ser necesario para el área", aclaran desde el hospital.

A Cruz Roja le quedan por delante varios meses en los que calculan llegar al máximo de su actividad posible, que es de unos 750-800 pacientes operados al mes, dependiendo del tipo de cirugías. "Y ese es el ritmo de trabajo que se nos pide ahora", aclara el gerente. Ese nivel de actividad, además, permitirá recuperar el nivel de contratación de eventuales que suele rondar el hospital. El centro tiene unos 250 trabajadores de plantilla fija, y llega a los 270-280 en sus mejores momentos. "Obviamente este año, debido al parón de cirugía hemos tenido que renunciar a contrataciones eventuales. Igual contratamos un promedio de 10-15 eventuales menos", indica el gerente. A estas fechas del año el cálculo de Cruz Roja es que difícilmente llegarán a enero en las cifras de récord de actividad, pero dan por supuesto que podrán rondar la cifra de trabajo de 2013.

Compartir el artículo

stats