"Es una desesperación, un sinsentido absurdo". Marisol Mayo, la madre del escolar de Fano que lleva dos cursos peleando para que la Consjería de Educación y el Consorcio de Transportes habiliten nuevamente la parada escolar de Zalce (Fano), anulada por falta de alumnos, recibió ayer como un jarro de agua fría la comunicación oficial de la negativa. "Me llamaron para decirme que no admiten la petición y que tampoco este año habrá parada en una zona con rotonda que se hizo expresamente para facilitar la vuelta del autobús escolar", indicó ayer Mayo, desolada. La oferta que mantiene la Consejería es que el escolar de Fano, de 12 años, sea recogido por el autobús en el barrio de Quintana, algo más cercano a la parada de Carcedo que usó el pasado año. "Eso sólo supone que en vez de caminar 1.300 metros por una carretera sin arcén, con poca visibilidad y tráfico de caminones -porque cerca hay una mina-, recorra 1.100 metros. Con eso no solucionamos nada", insiste la madre del escolar, que este año tiene otros dos compañeros en la misma tesitura. La familia protagonizó el pasado año una protesta continua durante todo el año a la que se sumó la Alcaldesa de Gijón, que una vez a la semana durante varios meses caminó por el arcén con el niño para evidenciar su queja.

La familia asegura que el trastorno que les causa esa "sinrazón" es muy grande, dado que padre y madre tienen que cambiar turnos de trabajo para llevar al niño al colegio, cuando un transporte público al que el escolar tiene derecho hace una ruta por la zona que debería darle servicio. El escolar se vio perjudicado por el hecho de que, ante la falta de alumnado en la zona, hace años se anuló una parada que es la que más cerca le queda de casa. Sin ella, el alumno tiene que caminar por una vía que la madre considera "muy peligrosa". Marisol Mayo sostiene que, ante la situación "no nos queda más que volver a las movilizaciones".