Unos surfistas localizaron ayer, alrededor de las cuatro de la tarde en la zona de la playa de Peñarrubia, el cuerpo sin vida de Guillermo Calvo Marcos, el vecino de Pumarín de 73 años que llevaba desaparecido desde el pasado lunes. El hallazgo del cadáver se produjo apenas unas horas después de que un pescador encontrara en la orilla del mismo arenal la ropa que el difunto llevaba cuando se le perdió la pista.

El cuerpo sin vida del septuagenario fue trasladado en una lancha de bomberos a la zona del Puerto Deportivo en donde en ese momento ya se encontraban la Policía y los trabajadores de la funeraria.

La investigación para esclarecer las causas del fallecimiento continúa abierta si bien fuentes policiales cercanas al caso confirmaron ayer que la principal hipótesis sigue siendo la de que el gijonés sufriera un accidente durante su habitual paseo matutino. Guillermo Calvo había quedado con su mujer a las doce del mediodía en el aparcamiento de Peñarrubia. La última vez que el septuagenario habló con su esposa fue a las once y media de la mañana. Le confirmó que se dirigía a su encuentro, pero el vecino de Pumarín no llegó a la cita. Sus familiares aseguran que el hombre pudo haberse metido, desorientado, por una zona rocosa en la que azotaba el fuerte oleaje.

A lo largo de las últimas horas los hijos de Guillermo Calvo Marcos han agradedido en varias el apoyo recibido "tanto por parte de los encargados de la investigación como de los equipos de búsqueda y de las personas que colaboraron con nosotros ayudándonos en momentos tan duros". La Asociación Mar de Niebla, en la que trabaja una hija del fallecido, se movilizó en las redes sociales para pedir colaboración ciudadana.