La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La figura de la semana | esteban aparicio bausili | Edil de Seguridad Ciudadana y Tráfico del Ayuntamiento de Gijón

El concejal que nunca se calla

Aficionado al rugby y al mus, Aparicio defiende a capa y espada sus ideas liberales y la actividad municipal en la que lleva cinco meses

El concejal que nunca se calla

Hay personas a las que nada de lo humano les es ajeno. Y una de ellas bien podría ser Esteban Aparicio Bausili. El abogado, avilesino de nacimiento pero gijonés de temprana adopción, lleva apenas cinco meses en el equipo de Gobierno de Foro Asturias como concejal de Seguridad Ciudadana y Tráfico del Ayuntamiento. Durante este tiempo no ha pasado desapercibido. "Se mete en todos los charcos", reconocen sus compañeros. No faltan ejemplos de esta actitud. Esta semana, sin ir más lejos, el PSOE tachó de "poco ético" que los concejales liberados cobrasen, además de su sueldo, dietas por su asistencia a los consejos de administración de empresas municipales. Los socialistas no le señalaron a él directamente pero Aparicio hizo de la defensa de su sueldo su caballo de batalla. Y es que si cree en algo, este avilesino aficionado al rugby y al mus, es incapaz de callarse.

Cuando este concejal amante de la Historia y la buena mesa llegó al gobierno de la ciudad se fijó un período de acomodación de 60 días, "el plazo del concurso abreviado", tal y como repitió una y mil veces. Los expedientes se acumulaban en su despacho. Además de los temas relacionados con la Policía Local, los Bomberos o Salvamento de playas, el edil también capitanea las tres empresas municipales más importantes de la ciudad: la Ema, Emtusa y Emulsa. Alumno del Corazón de María desde 1973 hasta 1981, Aparicio vivió su primer proceso electoral en el 2009. Quería ser Decano del Colegio de Abogados de la ciudad. No lo consiguió. Licenciado en Derecho en la Universidad de Oviedo y letrado en ejercicio desde 1987, el avilesino ama tanto su profesión que ni siquiera ahora se ha planteado dejar el despacho que fundó en 1995, poco después de que empezara a trabajar en el Fondo de Garantía de Depósitos. Por eso al llegar al Ayuntamiento escogió una liberación parcial que le permitiera compaginar sus tareas de gobierno con el ejercicio de la abogacía. Una decisión que el edil no tiene ningún empacho en reconocer que puede conllevar conflictos éticos. En una entrevista en este periódico el letrado reconoció que puede ser peligroso "ejercer de abogado de todos los gijoneses en el Ayuntamiento y de unos pocos en el despacho". Por eso ahora selecciona con cuidado en los que trabaja. Lejos quedan los días en los que pasaba horas repasando el sumario de la "operación Marea", en el que ejerció como acusación contra, entre otros, el exconsejero de Educación, José Luis Iglesias Riopedre.

Aparicio no tiene problemas en reconocer su errores. Lo hizo nada más llegar cuando se desató la polémica por los horarios de la "Semana Negra". "Hablé sin toda la información", reconoció. Quizá esa buena praxis se la enseñaron sus padrinos profesionales: José Luis Martínez y Manolo Roces, con los que inició su andadura jurídica. O su padre, Esteban Aparicio Escribano, capitán de la Marina Mercante. Todos ejemplos masculinos. Una realidad que contrasta con la actual de su familia. Ahí dominan las mujeres. Hijo de Carmen Bausili y casado con la odontóloga Ana Lorenzo Cifuentes, Aparicio tiene una hija: María. Una adolescente a la que ve menos desde que recibiera la llamada de la alcaldesa Carmen Moriyón para acompañarla en las listas electorales, pero de la que habla sin parar.

Hombre sin complejos, Aparicio es consciente de que a pesar de que se define como liberal y defiende a capa y espada las teorías de Adam Smith en este mandato necesitará diálogo con partidos muy alejados de sus ideales. Y lo hará. Pero sin callarse.

Compartir el artículo

stats