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Directo al corazón

"Nunca tuve muñecas ni fui a la escuela, me educó una maestra en la cárcel"

"Por las mañanas escribo, de la televisión sólo veo los telediarios y tengo una vida muy social; en Gijón he encontrado la máxima felicidad"

"Nunca tuve muñecas ni fui a la escuela, me educó una maestra en la cárcel"

Resulta un tanto paradójico que a los 97 años alguien presida un colectivo de jóvenes, pero en este caso todo es singularidad, mérito y constancia. Ángeles Flórez Peón, "Maricuela", tenía 17 años cuando se enroló en las filas socialistas y ha permanecido en el Partido hasta el día de hoy como una militante de primera fila. Dotada de una extrema lucidez habla de los avatares de su vida con precisión y sin una pizca de resentimiento, sus ideales se mantienen nítidos, y es capaz de sentarse a diario ante el ordenador para seguir ordenando sus memorias después de haber publicado dos libros. Me enseñó su casa "aunque en Francia esto no suele hacerse", en la que vive sola en completo orden y pulcritud.

-Dígame, ¿usted quién es?

-Nací en San Martín del Rey Aurelio, Blimea, en 1918, cuarta de cinco hermanos, todos fallecidos. Mi padre era madrileño y maestro aunque no estaba titulado, y mi madre asturiana; ambos pertenecían al partido de Pablo Iglesias.

-¿Cómo fue su infancia?

-Muy triste. Éramos muy pobres y además mis padres se separaron cuando yo tenía ocho años. Mi padre se fue y yo vi que tenía que trabajar para comer. Ayudaba a otras familias a hacer camas, a fregar; entonces se fregaba de rodillas en el suelo. Todos fueron muy buenos conmigo, pero nunca tuve una muñeca, y nunca fui a la escuela.

-¿Y su juventud?

-Estábamos contentos porque la República nos había traído la libertad. En 1934, en la Revolución de Octubre perdí a mi hermano Antonio, uno de "los 24 mártires de Carbayín", y yo me afilié a las Juventudes Socialistas. Al darse el golpe de estado de Franco, con 18 años me fui a la guerra como miliciana. Luché en el frente de Colloto pero me cogieron, y desde los 19 años hasta los 23 estuve presa en la Cárcel Modelo de Oviedo. Cuatro años durmiendo en el suelo con dos mantas, una debajo y otra encima. Pero nunca supe lo que es el odio o la venganza.

-¿Qué hizo cuando la liberaron?

-Volver a casa, mi madre estaba sola y yo me puse a servir. A los 27 años me casé con Graciano Rozada, un minero que trabajaba en el pozo La Piquera. Antes había estado en el maquis y se entregó. Durante tres años hubo de alternar la cárcel con el trabajo en la mina La Nueva, en Sama. Había venido a San Martín del Rey Aurelio a la boda de una hermana y allí nos conocimos; dos años después nos casamos.

-¿Pudieron vivir en paz?

-No, éramos los eternos sospechosos y seguían deteniendo a gente, así que mi marido se fue a Francia para salvar la vida. Yo quedé con una niña de tres meses, pero me seguían persiguiendo, y decidí exilarme. Mi hija ya contaba diez meses, y viajé clandestinamente al País Vasco para embarcar en el puerto de Pasajes en una lancha me llevó a San Juan de Luz, donde me esperaba mi marido. Vivimos 57 años en Francia, en Saint-Éloy-les-Mines, en completa paz; Graciano tenía un buen trabajo. Al año de llegar tuvimos otro hijo, José Antonio.

-¿Por qué volvieron España?

-Hace doce años murió mi marido. Tenía 90 años y quiso que sus cenizas las depositáramos en El Entrego. Pero cuando yo muera quiero que las mías se queden en Ceares junto a las de él. Fuimos un matrimonio muy feliz. Graciano padecía silicosis y se retiró a los 50 años, sólo tenía medio pulmón pero se cuidaba mucho, era disciplinado. Yo estuve durante dos años yendo y viniendo de Francia a Gijón, hasta que hace 10 tuve oportunidad de comprar este piso y me quedé.

-¿Por qué la llaman Maricuela?

-Antes de la guerra un grupo de jóvenes hicimos una obra de teatro titulada "¡Arriba los pobres del mundo!", en la que yo asumí el papel de Maricuela, la protagonista, y me quedó el sobrenombre.

-¿En Francia militó en el Partido Socialista?

-Siempre, desde 1936, pero he sido una socialista sana, dando buen ejemplo y respetando a todos los que no piensan como yo. Tengo amigas del PP, comunistas, anarquistas, de todo. Cuentan las personas, no las ideologías. Lo malo es que como exiliada no pude venir a la muerte de mi madre, que falleció en Madrid en casa de mi hermana, ya que la había llevado a vivir con ella. Al venir a Gijón me presenté en el partido.

-Ha escrito usted dos libros, ¿sobre qué?

-El primero es "Memorias de Ángeles Flórez", en el que relato todas mis penurias, y el segundo "Las sorpresas de Maricuela", reúne todas las cosas buenas que me han pasado desde que llegué a Gijón. Nunca pensé en publicarlos pero me animaron y hoy sigo escribiendo.

-¿Cuándo aprendió a leer?

-En la cárcel. Me enseñó una maestra que estaba presa. Era una mujer estupenda, con ella me eduqué.

-Acaban de darle un homenaje...

-Sí, el jueves, fue muy emocionante, había muchísima gente, jóvenes y mayores. Los chicos me habían conocido en una manifestación y me adoptaron como su presidenta de honor.

-¿En qué época de su vida ha sido más feliz?

-En el matrimonio me fue muy bien, pero la máxima felicidad la he encontrado en los diez años que llevo en Gijón. Tengo una vida muy social, voy a la sede del Partido, salgo con amigas...

-¿Con 97 años, tiene miedo a la muerte?

-Lo tuve, pero ahora no, sé que no puedo salvarme de ella. Estaría encantada de tener una muerte repentina. Nunca quise llegar a los noventa años, temía la vejez, a no poder valerme por mí misma, veía tanta gente mal, y ya ve... Ahora sólo me faltan tres años para llegar a los cien. Cuando cumplí noventa me dieron una comida en una hotel, con 125 personas, y hubo baile y todo, así que a los cien...

-¿Cree en el Más Allá?

-No, mis dioses son el sol, el agua, el aire y la tierra. Nada más.

-¿Cómo es su día normal?

-Por las mañanas escribo, de la televisión sólo veo los telediarios y por las tardes salgo a pasear, al Partido, o tomo un café con las amigas. El día 4 de noviembre me dan un premio en Madrid por toda mi vida de lucha. Me acompañará la presidenta de las Juventudes Socialistas de Asturias.

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