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Ojo clínico asturiano para los árabes

El oftalmólogo Patricio Adúriz ficha como director de residentes del principal hospital público de Dubai tras meses en el mayor centro de Arabia Saudí

Patricio Adúriz, en el puerto deportivo de Gijón. ÁNGEL GONZÁLEZ

La carrera médica de Patricio Adúriz (Gijón, 1956) se ha disparado en Oriente Medio. Apenas diez meses después de haber sido contratado por el hospital Rey Faisal de Riad (Arabia Saudí), uno de los más grandes de Oriente Medio, ha sido fichado como jefe de retina médica y director del programa de residentes del hospital Dubai, en el emirato que lleva el mismo nombre. El oftalmólogo, exjefe del servicio en el hospital asturiano del Oriente y que tenía consulta privada en el barrio de La Arena, cambia así de aires al mismo tiempo que tendrá un cargo de responsabilidad superior en el mayor hospital público de Dubai.

"Llegamos a un acuerdo económico y me pareció un reto: realizar no solo el trabajo asistencial a pacientes. Hablé con la gente del hospital de Riad. No les gustó mucho que me marchara pero tenía ese derecho y solicité la renuncia a mi plaza. Ahora me incorporaré a Dubai", cuenta Adúriz. Desde un primer momento, cuando se planteó salir de España, ya echó "cañas en distintos países". Entre ellos Dubai, donde inició la colegiación, aunque el proceso quedó congelado tras ser contratado en Arabia Saudí.

"Fueron diez meses allí y la experiencia de trabajo fue muy buena porque trabajar en un hospital que está siempre entre los cien primeros del mundo no deja de ser muy interesante. Ves cómo funcionan las cosas en otro país, cómo se organizan estos macrohospitales", cuenta Adúriz, que está pasando unos días en Gijón con su familia. El Rey Faisal, con unas 1.400 camas, atiende a la zona de Riad pero además recibe casos "que suelen ser complicados" de un entorno amplio.

"Sorprende de allí la cantidad de personal que hay, no hay recortes de empleo como aquí. Hay mucho profesional auxiliar, tanto técnicos como enfermeras o enfermeros, y médicos. No hay mayores problemas en adquirir un aparato si se necesita, ni en presupuesto. Tienen suficiente capital como para afrontarlo. Y es público. En Arabia hay los dos sistemas. El cien por cien de la población está cubierto", cuenta el oftalmólogo asturiano, que cree que el sistema de salud saudí es bueno, al igual que el español. Pero este último "en la teoría", porque adolece, a juicio de Adúriz, de "falta de medios".

"Mis compañeros, aquí, están saturados, igual tienen una consulta por la mañana de cuarenta personas o quirófano con mucha lista de espera. Eso allí no pasa, no hay problemas de personal. Los sistemas son buenos, pero aquí faltan luego medios materiales en algunos casos, y personales en los que más", opina. ¿Le costaría trabajo volver a trabajar con las limitaciones de los hospitales españoles? "A todo nos acostumbramos. Es cuestión de adaptarse. Pero no cabe duda de que interesaría mejorar la ratio de personal sanitario por paciente", contesta Adúriz.

Por contra, el oftalmólogo asegura que el sistema saudí "es más rígido" y "se hace más complicado derivar un paciente a otro centro que no le toca cuando requiere de una intervención especial".

A mitad de su estancia en Riad, Adúriz decidió completar su colegiación en Dubai, donde le realizaron una entrevista oral. "Me marché del examen y al llegar al aeropuerto me entra un correo electrónico: 'Doctor Adúriz ¿Consideraría usted la posibilidad de trabajar en nuestro hospital?'", cuenta. Tras considerar las condiciones y llegar a un acuerdo con el hospital Dubai, el gijonés se embarcará en su nuevo reto.

En su decisión también pesó el cambio a un país mucho más aperturista que Arabia Saudí, donde Adúriz vivió un agudo contraste con el estilo de vida occidental. "Allí, la vida siempre la llevas con un poco de precaución. Es una cultura completamente diferente. Estamos acostumbrados a ver en la televisión solo cosas malas que pasan en estos países: muertos, ajusticiamientos, bombas, guerras? Y llegas allí. Son gente muy pacífica y que en algo se parecen mucho a nosotros: tienen un gran aprecio por la familia. Y suelen ser familias mucho más grandes", explica, aunque puntualiza que "normalmente solo tienen una mujer, es raro ver a uno con dos".

Adúriz agrega que "son muy amigables y si pueden, y no entra en conflicto con sus creencias e intereses, te hacen un favor". Aunque habla de la "doble vida" de algunos árabes, que, más abiertos, cuando se juntan para cenar sí permiten el alcohol y que las mujeres se vistan como en occidente. Otros muchos, sin embargo, se mantienen fieles a las tradiciones musulmanas más conservadoras, que, por ejemplo, separa a hombres y mujeres para cenar y no permite a estas últimas conducir. "Es una de las fricciones que hay en el país, que hay gente que quiere mucha apertura y otra que es muy tradicionalista. Y es muy difícil ponerlos juntos y que el país avance, porque todos quieren barrer hacia su lado. Aunque sí han hecho progresos", explica Adúriz.

De hecho, "mi familia no se desplazó a Arabia porque hay muchas limitaciones, sobre todo para las mujeres, que no pueden ni conducir. Dubai es mucho más abierto, está occidentalizado, puedes vestir como quieras, incluso hay tapa de jamón y cerveza en algunos bares, como el del hermano de José Andrés", cuenta el oftalmólogo, que añade que "además tiene mar, y a los que somos de Gijón siempre nos tira la costa, poder relajar la vista mirando al horizonte". No en vano, es hijo del último cronista oficial de la villa.

El oftalmólogo tampoco teme la situación de alarma que vive Oriente Medio, fruto de la expansión del Estado Islámico (DAESH). "Soy un poco fatalista y pienso que donde vaya a ser, va a ser. Está escrito y no lo puedes cambiar. De todos modos, las posibilidades de que te maten en un atentado son menores a las de un accidente de tráfico. Y no por eso dejas de montar en coche", argumenta. Ni siquiera le preocupa el hecho de que los occidentales sean objetivos de terroristas.

"Nosotros somos objetivos de segunda para ellos. Sus objetivos prioritarios son los americanos y los ingleses, gente de piel blanca y ojos azules van delante de los que somos más morenos. Sí somos objetivos, pero nos sobrepasan en mucho los americanos", razona Adúriz. Su ilusión por la nueva etapa en Dubai y por el traslado de su familia al emirato le quita hierro a todo lo demás.

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