Los 13 agentes de la Policía Local que antes de final de año integrarán la nueva Unidad Medioambiental de la Jefatura de la calle San José recibieron ayer su primera clase. La impartió Esther Cano, responsable de la Patrulla Verde del Ayuntamiento de León. A esta lección magistral se unirá la que recibirán los funcionarios en los próximos días por parte de los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. La alcaldesa Carmen Moriyón y el concejal de Seguridad Ciudadana, Esteban Aparicio, acudieron ayer a la clase de formación para presentar esta unidad.

"El objetivo es vigilar el estricto cumplimiento de la ordenanza medioambiental que estamos modificando", argumentó Moriyón admitiendo que la falta de competencias del Ayuntamiento en este campo hará que los agentes destinados al cuidado del medio ambiente no tengan capacidad sancionadora. "Los funcionarios pueden actuar de oficio o ante una denuncia o una llamada de un vecino. Pretendemos que sean fedatarios de lo que sucede, que hagan actas que luego sean remitidas a los organismos que deben actuar. La ley nos limita mucho la capacidad de sancionar pero no de conocer y de denunciar ante autoridades superiores y competentes en la materia", aseguró la mandataria. Moriyón insistió en que la puesta en marcha de este grupo de agentes -cuyo impulso venía recogido en el programa electoral de Foro-, se había preparado ya antes de que este fin de semana la ciudad superara los índices normales de partículas en suspensión.

Moriyón aseguró que durante los dos días que la consejería de Medio Ambiente del gobierno del Principado de Asturias estuvo a punto de activar el protocolo de emergencia por contaminación la coordinación entre administraciones fue constante. "La consejera me llamó personalmente el sábado por la noche. El domingo estuvimos aquí en la Jefatura con la Policía Local y con el concejal de Seguridad Ciudadana analizando la situación", contó la regidora haciendo hincapié en que los valores de contaminación del concejo "acabaron volviendo a la normalidad y no hizo falta activar el protocolo". En este mecanismo de lucha contra la contaminación se recogen medidas a adoptar por el Ayuntamiento como la restricción del tráfico en el casco urbano o la puesta en marcha de servicios gratuitos de autobús para comunicar la zona oeste con el resto del casco urbano.

La Patrulla Verde de la Policía Local de León, de donde provenía la primera profesora de los agentes, lleva trabajando desde 1991. La propia Esther Cano reconoció antes de la clase que impartió en la Jefatura de Gijón que su ciudad "es menos industrial". Sus agentes, aseguró, afrontan otros problemas diferentes en el campo medioambiental, como el vertido de escombros o la convivencia entre personas y animales en una ciudad en la que hay censados 20.000 perros.

Durante el 2014 la Patrulla Verde de León realizó 271 intervenciones por ruido, 169 inspecciones de establecimientos, 657 informes sobre perros, 226 inspecciones a solares que presentaban condiciones de insalubridad y 134 expedientes de vehículos abandonados, tal y como enumeró ayer Moriyón en su página web. "La ciudad de León no tiene el gran problema de contaminación que tenemos en Gijón pero resultó muy interesante conocer de primera mano la casuística medioambiental de otra ciudad", relató la regidora.