Carril bici sí, pero en otro sitio que no impida el aparcamiento de coches. Esta es la petición de la asociación de vecinos de Nuevo Gijón, Perchera y la Braña verbalizada ayer por su presidente Roberto Porras en una concentración vecinal celebrada para reclamar una solución al Ayuntamiento. "No estamos en contra del carril bici, sólo protestamos por la falta de información. Los vecinos nos hemos quedado sin previo aviso sin 60 plazas de aparcamiento a las puertas de nuestras casas", denunció Roberto Porras megáfono en mano.

La protesta comenzó delante de la sede de la asociación de vecinos, situada en la calle Peña Santa de Enol. Ese fue el punto de partida de la comitiva formada por una treintena de coches. Giraron a la derecha por la calle Dolores Ibárruri y volvieron a repetir giro por la calle Naranjo de Bulnes, bordeando el parque Avelino González, para terminar ocupando el nuevo carril bici, objeto de la discordia, ubicado en el lateral del tramo de la avenida Constitución comprendido entre las calles Dolores Ibárruri y Torrecerredo.

La queja, aseguran los vecinos, empieza por la falta de información. "No tiene explicación que un proyecto que lleva aprobado desde diciembre de 2014 sea conocido por los vecinos el 22 de octubre cuando ya se han iniciado las obras", sostienen desde la directiva vecinal. La búsqueda de alternativas resulta prioritario si bien apuestan por la suspensión del uso del carril bici hasta que no se pongan en marcha las medidas planteadas.

Recogida de firmas

Una vez estacionados, y tras varios minutos con el sonido del claxon de fondo, improvisaron una asamblea a la que se sumaron más vecinos a pie solidarios con la situación. En plena calle comenzaron a debatir qué pasos dar en el futuro para lograr una respuesta que satisfaga sus demandas. Por un lado iniciarán una recogida de firmas.

Además emplazaron a todos los vecinos a participar masivamente en una nueva concentración el próximo sábado. La novedad, pretenden, es que si esta vez ocuparon el carril bici la idea próxima será taponar la carretera para así cortar la carretera. "Así demostraremos el aumento de vehículos por todas las calles del barrio que ha producido el carril bici. Ahora los coches tienen que dar más vueltas para encontrar aparcamiento al disponer de 60 plazas menos", recalcó Porras.