Miguel Cancelas recibió ayer el premio al esfuerzo en Secundaria. "No quiero ir de mártir, pero la ESO fue dura", contó el protagonista que se definió como "un inocentón" que llegó del colegio Laviada a un gran instituto como el Jovellanos y sufrió "el contraste". Hasta 3º de la ESO no logró tener un grupo de amigos y cuando el plano social iba mejor lo que empeoró fue su rendimiento académico. Con mucha ayuda "sobre todo de mis padres, porque este mérito también es suyo", su vida educativa remontó.

"Lo que quiero es que seamos todos buenos compañeros y amigos. Me gusta ayudar al resto de los de mi clase, sobre todos a los que les cuesta más hacer amigos". Ángela Martínez era el pasado año una de las delegadas de curso más populares del colegio Laviada, tal como reconocían varios compañeros. Una alumna voluntariosa, siempre dispuesta a ayudar a todos, y que tiene entre sus prioridades que la convivencia en el aula sea buena. Por eso méritos recibió el premio a la "Sociabilidad personal".