Dos traficantes de drogas -un vecino de Gijón que en su día fue condenado dentro de la "operación Pipol", considerada la antesala del 11-M, y un gallego con domicilio en Vilanova de Arousa-, aceptaron ayer una condena de seis años y un día de cárcel para cada uno de ellos como responsables de la comisión de un delito contra la salud pública. Los acusados admitieron ante el juez ser los responsable de los hechos que les imputaba la Fiscalía a cambio de una reducción de la condena solicitada para ellos, que en un primer momento se elevaba hasta los ocho años de prisión.

En el momento del arresto de los ahora condenados la Policía Nacional se incautó de más de dos kilos de cocaína de gran pureza que los narcos guardaban bajo un hórreo en una vivienda situada en la parroquia gijonesa de Mareo. Los investigadores aseguran que los arrestados hubieran podido obtener con la venta de esta droga un beneficio de más de 280.000 euros. En el transcurso del juicio celebrado ayer para dar validez a la conformidad alcanzada entre la Fiscalía del Principado y la defensa, los traficantes asumieron además el pago de una multa de 288.611,03 euros. En ambos casos la Fiscalía aceptó contemplar el atenuante de drogadicción.

Dentro de esta operación policial los agentes se incautaron además de cannabis, dinero en efectivo y objetos destinados a la distribución de la droga.