"Es algo más que un banco". La frase para definir lo que es Caja Rural de Gijón se escuchó ayer en el Teatro de la Laboral de boca de José Ignacio Lara González, de San Andrés de los Tacones, uno de los veteranos que protagonizaron los videos sobre lo que la entidad supone para la gente del campo gijonés. Se refería así al ambiente familiar de una Caja que nació para facilitar a la Cooperativa de Agricultores de Gijón y a sus socios el acceso al crédito, en una época en la que lo tenían difícil por otras vías.

En un acto emotivo, en el que se rindió homenaje a trabajadores jubilados y a antiguos consejeros ante un aforo abarrotado, fue su presidente Jesús Fuentes Villa, el encargado de repasar el medio siglo de historia. Una historia que puso como ejemplo para ser optimista ante las dificultades por las que hoy atraviesan muchas personas: "Esta Caja nació de una crisis, cuando la Cooperativa de Agricultores pasaba por malos momentos y necesitaba financiación". De los primeros pasos de la entidad, partiendo de cero en febrero de 1965, la Caja Rural de Gijón ha pasado a contar con más de 5.000 socios y más de 20.000 clientes.

Algo difícil de imaginar en sus comienzos "en un primer piso de la calle Santa Ana. No se creía que la Caja iba a durar y por eso nos pusieron en un receptáculo del local de asambleas de la Cooperativa de Agricultores", recordaba antes del acto Jesús Fuentes. Él y José Luis González Rubiera atendían allí por las mañanas y por las tardes se encargaban de visitar a los agricultores y ganaderos para convencerles de que depositaran sus ahorros. Y fue la confianza de muchos de los que ayer se dieron cita en la Laboral y la de otros ausentes, la que permitió florecer aquel proyecto financiero. Algunos de los primeros clientes relataban en la pantalla sus sensaciones al dejar en aquella oficina desvencijada sus ahorros: "Aquello no parecía un banco, la verdad. ¡Vaya dónde dejamos les perres!", se decían. Pero confiaron y "todos luchamos porque la Caja saliera adelante", una cooperativa de crédito que en este medio siglo "ayudó a la gente del campo a prosperar", mejorando sus explotaciones y ganaderías.

Desde aquellos inicios difíciles pero ilusionantes, la entidad financiera se ha ido consolidadon y el pasado mes de febrero ya cumplió el medio siglo de existencia. En 1990 abrió su primera sucursal. En la decena de oficinas con las que cuenta en la actualidad trabajan medio centenar de empleados, cuando en sus orígenes eran tres, incluyendo a la señora de la limpieza.

Sus 5.000 socios la sienten como algo propio y parte de ellos contuvo ayer la emoción durante el acto en el que corearon el "Gijón del alma". El conductor de la gala, el periodista Pachi Poncela, dijo a su audiencia: "Podeis presumir con razón de haberos hecho a vosotros mismos". Parte de los que contribuyeron durante estos años a hacer grande esta pequeña entidad de crédito recibieron ayer el aplauso de los suyos. No estaban todos, ya que 25 antiguos consejeros han fallecido. Recogieron sus distinciones otros 19 y 12 empleados jubilados.

Los exempleados son José Antonio Valdeón Álvarez, María Ángeles Gómez de la Flor Nicieza, José Ignacio Frade Villa, Carmen Díaz Huici, Marta Amelia Menéndez Cortina, José Antonio Sarmiento González, José Manuel Artime Fernánez, José Manuel Sirgo Díaz, Joaquina García Muñiz, José Luis González Rubiera, Rosa María Díaz Álvarez y Valentín Díaz Meana. Los antiguos consejeros que recogieron su distinción son Herminio Cifuentes García, Luis Hevia Menéndez, Dionisio Cifuentes Zarracina, Marcelino Álvarez Rubiera, Manuel Caso Piñera, Óscar Sirgo Díaz, Fidel Mieres Alonso, Manuel Viñayo Viñayo, Ángel Díaz Álvarez, José Luis Riesgo Menéndez, María Yolanda Acebal Paraja, Valentín Blanco Cuesta, Javier Álvarez Nieto, María Lourdes González Cuesta, Victor Manuel Menéndez Acebal, José Fernández Álvarez, José Cuervo Muñiz, José Rodríguez Álvarez y Fernando Corte Castro.