La industria asturiana "tiene que alcanzar el liderazgo basado en la tecnología". Es el objetivo que ayer se marcaron los expertos en la jornada sobre la industria 4.0 y las oportunidades que supone para el tejido asturiano, organizada por Cluster TIC, FADE y Prodintec.
Pascual Dedios Pleite, presidente de Siemens Industry Software para España y Portugal, fue el encargado de poner negro sobre blanco los retos a los que se enfrentan las empresas a día de hoy para medrar en un mercado cada vez más globalizado y competitivo. La clave reside, tal y como apuntó el ponente, en dar un impulso decidido a la tecnología y la automatización, porque "el mundo digital no tiene vuelta atrás en la industria, y debe prepararse para ello". En este contexto, "tenemos que analizar si las empresas han adoptado posiciones de confort", que deberían abandonar para alcanzar el objetivo de "unir al cliente, al fabricante y al proveedor bajo el mismo paraguas", apuntó Dedios.
Porque en el nuevo mundo en el que se desenvuelven las compañías "los clientes somos todos, y tenemos capacidad de compra y decisión". Por eso, se hace necesaria "la flexibilidad", entendida como la capacidad de reacción en el menor tiempo posible y la puesta en marcha de modos de producción que cada vez distan más del modelo en serie. "Cada nuevo producto es diferente al anterior, y será distinto al siguiente porque cada cliente tiene ahora la capacidad de personalizar sus productos", advirtió el responsable de Siemens.
La Semana de Impulso TIC se cerró anoche con la cena de gala en la que se procedió a la entrega de los premios de esta edición, que han recaído en la empresa Seresco, el ingeniero informático Romualdo Castro Pravia, la Asociación de Niños/as Hiperactivos del Principado de Asturias (A.N.H.I.P.A), los colegios San Ignacio, El Carbayu, Juan José Calvo Miguel y los centros de dinamización tecnológica de Candamo, Allande y Carreño.
