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Un himno de película

La joven Filarmónica deleita con conocidas bandas sonoras en el homenaje al Sporting

Mariano Rivas, dirigiendo a la formación musical ayer en la Laboral. JUAN PLAZA

En el teatro de la Laboral casi lleno se celebró el Concierto Homenaje al Real Sporting de Gijón, en el que intervinieron muchos y variados alicientes. En primer lugar la presencia de gran número de jóvenes tiene un doble significado de fidelidad, o bien a la música, o bien a unos colores, aunque ambos conceptos son compatibles. Por otra parte el programa musical no podía ser más apetecible, desarrollado por una orquesta netamente asturiana plagada de juventud. Y para rematar tan suculento pastel, al frente de ella un gijonés excepcional, Mariano Rivas, director consagrado en medio mundo. Y aún había otra sorpresa. En algunas pausas salieron al escenario Pachi Poncela y Manfredo Álvarez para ofrecer unos divertidos apuntes que el respetable acogió con regocijo. Pachi iba vestido de rojiblanco pero en horizontal, ya que, dijo, no había camisetas del Sporting de su talla y aquella era de rugby.

La primera parte del concierto estuvo integrada por las bandas sonoras de películas famosas, como "Ben-Hur", una partitura grandilocuente, en la que las percusiones tienen un destacado papel. "Lawrence de Arabia" expresaba con riqueza el exotismo de la aventura. Siguió una banda sonora muy conocida, la de "Los siete magníficos", donde se puede adivinar hasta el galope de los caballos. Pero la más aplaudida fue "Piratas del Caribe", una pieza variada y expresiva que despertó el entusiasmo del publico. La correspondiente a "El señor de los anillos" puso el remate al cine, aunque faltaban dos composiciones más que configuraron un estreno mundial. "Ciento diez años" una partitura escrita por el jovencísimo Miguel Nistal, llena de mérito, como homenaje a los ciento diez años de vida del Sporting. "Coraje y pasión" compuesta por Juan Carlos Casimiro, a su vez rendía honores al club, por medio de una obra muy seria y muy bien trabajada.

La segunda parte del acontecimiento tuvo aún más atractivo, al interpretarse obras tan populares como el preludio de la ópera "Carmen", la "Danza Húngara n.º 5", la "Danza Eslava", la obertura de "Guillermo Tell" y la "Bacanal de Sansón y Dalila", piezas rematadas con el estreno de la adaptación para orquesta sinfónica de Miguel Nistal, del Himno de Sporting, que desató el fervor y la satisfacción de los presentes entre los que se hallaban, directivos, jugadores, técnicos, con Quini a la cabeza, y mucha, mucha afición.

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