El atracador que asaltó cuatro sucursales bancarias de la ciudad en marzo de este año se sentará hoy en el banquillo de los acusados del juzgado de lo penal número 2. El fiscal pide una condena de 19 años de prisión para el reo, que siempre accedía a las oficinas que asaltaba armado con una pistola. En total gracias a estos robos el reo -un viejo conocido de la Policía con antecedentes penales y que acababa de salir de la cárcel-, consiguió un botín de poco más de 7.500 euros.

El primer suceso que se le imputa al ahora procesado tuvo lugar a primera hora de la mañana del 2 de marzo en la oficina de Caja Rural de la calle Manuel Llaneza. Un trabajador del banco le dio al ladrón 1.090 euros. Dos días más tarde el asaltante se dirigió a la sucursal de Liberbank de la calle Decano Prendes Pando en compañía de una compañera para la que el ministerio público pide tres años de privación de libertad y que ejerció las labores de vigilancia fuera de la sucursal. "Quiero que me des el dinero. Tengo un cuchillo y una pistola, es un atraco", le dijo el asaltante a la trabajadora del banco que se encontraba en la ventanilla. El fiscal asegura que la mujer le dijo al atracador que el dinero estaba guardado. El hombre cogió a un cliente y le puso la pistiola en la cabeza. "¿Es que tengo que cargarme a alguien para que me des el dinero?", gritó poco antes de huir de la oficina.

Una hora después el presunto asaltante acudió al Banco Santander de Río de Oro, de donde consiguió llevarse 6.320 euros. Los últimos dos robos -uno en un herbolario de la calle Mieres-, tuvieron lugar los días 16 y 24 de marzo. La Policía localizó al delincuente cuando huía del último asalto.