David Pascual Portela es Gerente de innovación de Indra y experto en innovación. Licenciado en Físicas por la Universidad de Oviedo, Máster de Gestión de la Innovación en el HiperSectorTIC, ayer ofreció una conferencia en la Escuela Politécnica titulada "La era Digital: a qué retos nos enfrentamos", con el objetivo de identificar los retos y oportunidades de la economía digital utilizando la innovación.
-¿Cuáles son los retos de la economía digital?
-El principal es saber que pasamos de una época en la que nos centrábamos en los productos a otra que se centra en el talento, en la capacidad que tienen las personas como elemento diferencial. Eso permite que las compañías no se diferencien en los recursos sino en la capacidad de incorporar talento y desarrollar nuevas tecnologías y soluciones para los problemas que tienen las personas, los clientes.
-¿Están preparadas para esto las empresas?
-Depende del tipo de sector y del ámbito del que estemos hablando, así como de las geografías. Hay compañías mucho más tecnológicas que están apostando por este cambio, muy asociadas a los conceptos de industria conectada, que está incorporando las nuevas tecnologías para modificar los procesos productivos donde el talento y las personas son parte activa de la solución.
-¿Es asumible esta filosofía por parte de las compañías asturianas?
-Estamos en una fase inicial. La cuarta revolución industrial empieza en el año 2010, y justo estamos en el momento en el que la innovación sea el motor de la economía y la nueva industria, donde sea diferenciadora para resolver problemas y necesidades de los usuarios. Ese es el objetivo, estamos en el momento adecuado para hacer esa transformación de nuestro tejido productivo, que se enfoque en la innovación. Y que sea una innovación colaborativa, desde el punto de vista de que todos los agentes del ecosistema de innovación de Asturias colaboren y cooperen para desarrollar soluciones no sólo para nuestro territorio, sino con carácter de internacionalización.
-Ésa es otra de las claves...
-Innovación e internacionalización con la cooperación de los diferentes agentes, donde cada uno apueste por desarrollar aquello que sabe hacer. Con la economía digital se habla mucho de la deconstrucción de las cadenas de valor, de manera que cada elemento se especialice en aquello que sabe hacer. Así se favorece la creación de soluciones de mucho más valor añadido, para resolver problemas en otros territorios. De ahí la internacionalización.
-¿Sirve entonces la tecnología para potenciar el capital humano?
-La tecnología es una herramienta que ayuda a las personas a hacer aquello que quieren hacer. No es el fin, sino un medio para innovar y resolver retos en la sociedad. Al final el que tiene la idea, la conceptualización, es la persona. La tecnología ayuda a hacerlo de manera más rápida y eficiente, ayuda a hacer cosas que antes no podíamos hacer.
-¿Qué peso tiene el cliente en estos procesos?
-Antes hablábamos mucho de la tecnología de los productos, y ahora tenemos que hablar del cliente, de sus necesidades y problemas. Tenemos que centrarnos en él, en la propuesta de valor: ver qué problema queremos resolverle.
-Ello conlleva una mayor flexibilidad de las empresas...
-Tienen que ser más flexibles, más orientadas a las necesidades de los clientes.
-¿Qué es en definitiva la economía digital?
-Fundamentalmente es una economía de muchos pequeños. Hoy en día muchas empresas pequeñas, muchas start-up pueden desarrollar iniciativas que compitan de manera global con cualquier gran compañía. La tecnología y la innovación son las dos herramientas que nos van a ayudar a dar respuesta a los retos económicos, sociales y medioambientales a los que nos enfrentamos. Con una buena idea cualquier pequeña compañía puede competir sin una gran inversión en infraestructura tecnológica, puede ir gestionando los servicios y ajustándolos a la demanda en función del consumo de sus usuarios.
