Un total de 80 alumnos de último curso de ingeniería tienen en sus manos la oportunidad de hacerse con un contrato en una multinacional para el desarrollo de soluciones tecnológicas. La empresa CSC necesita reponer cerca de un centenar de puestos de trabajo, y para ello no ha dudado en acudir de nuevo a la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón, con la que colabora desde hace tiempo en numerosos ámbitos.

La multinacional precisa incorporar en su planta de Avilés a jóvenes a punto de finalizar su carrera, especialmente en el ámbito de la informática pero "no sólo eso; en nuestra empresa hay biólogos trabajando; sólo pedimos que sea gente con inquietudes y motivación", apuntaban ayer los responsables de la empresa en la presentación de su plan de contratación.

Iria Lemos, del departamento de Recursos Humanos, animó a los alumnos a presentar sus currículos porque "nuestro compromiso siempre es el de contratar". En principio, buscan perfiles de todas las carreras técnicas para formarlos en los diferentes departamentos de la compañía, con el fin de "incentivar la carrera profesional".

En concreto, se trata de reponer 80 puestos en la planta avilesina de la compañía, que han quedado vacantes debido a "una alta tasa de rotación de nuestros empleados", explicó Lemos. Desde el año 2008 la empresa ha puesto en marcha un programa de becas para la formación de los alumnos en prácticas, que "puede ser de muy escasa duración antes del contrato en función de las necesidades de la empresa y de la valía de los candidatos".

Así, "el interés es contratar cuanto antes", garantizó la responsable de la compañía, porque CSC cuenta en la actualidad con un pico de trabajo debido a la derivación de tarea desde las plantas del centro de Europa".

La empresa cuenta con 74.000 empleados en todo el mundo y presencia en más de 70 países. En el caso de Asturias, la planta de Avilés dispone en la actualidad de 800 trabajadores de 32 nacionalidades, un entorno "internacional que ofrece muchas oportunidades a quienes se incorporen", apuntó la responsable de recursos humanos, quien recordó como la media de edad de los empleados en Asturias es de unos 34 años. Asimismo, insistió en la necesidad de "hablar inglés con soltura, especialmente en determinados departamentos".

De la reunión de ayer salió la entrega de numerosos currículos y la concertación de varias entrevistas de trabajo para plataformas, aplicaciones, bases de datos, ciberseguridad o el servicio de excelencia, todos los campos posibles de empleabilidad de la compañía en el Principado. La experiencia, explicó Daniel Escobar, antiguo alumno de la EPI y empleado de la compañía en la actualidad, es "fabulosa; me contrataron a los tres meses de prácticas".