La entente cordiale que se vivía entre Puertos del Estado y la Autoridad Portuaria de Gijón en la etapa en la que la presidía Rosa Aza, ha saltado por los aires y no sólo por el nombramiento del nuevo director general del Puerto. El presidente de El Musel, Laureano Lourido, también ha comenzado a virar el rumbo en algunas de las cuestiones impulsadas desde la Administración central, como son los planes para privatizar la terminal de graneles sólidos, Ebhisa y el convenio firmado por Rosa Aza con Sasemar para que este organismo estatal se hiciera cargo del control de los tráficos de entrada y salida y del fondeo de barcos en aguas portuarias gijonesas.
En la última reunión del consejo, Laureano Lourido desveló que ya había informado a Puertos del Estado de su rechazo a la privatización de Ebhisa, al considerarla perjudicial para el Puerto y para la economía asturiana, añadiendo que no va a impulsar su venta salvo que lo tenga que hacer por mandato legal. En cuanto al convenio con Sasemar, está en suspenso y con perspectivas de cancelarse.