El responsable de una frutería situada en la calle Río de Oro acusado de utilizar su establecimiento comercial para vender estupefacientes admitió ayer su culpabilidad ante la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias, con sede en Gijón. "Llevo consumiendo droga desde los 17 años. Cocaína, alcohol y cannabis. En la cárcel, gracias a la unidad terapéutica, he conseguido rehabilitarme", se justificó el acusado, para el que el fiscal pedía una condena de cuatro años y medio de cárcel.

El frutero se sentó en el banquillo de los acusados con otros dos supuestos traficantes. Su principal socio, dueño de un trastero situado en la calle San Félix en el que la Policía encontró casi 31 kilos y medio de cannabis, también admitió su culpabilidad. El tercer procesado, al que los investigadores señalaban como proveedor de la droga, negó los hechos que se le imputaban a pesar de tener múltiples condenas por tráfico de estupefacientes a sus espaldas.