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Cabueñes registra demoras de dos años para hacer un estudio de ecografía

El hospital gijonés cerró octubre con un incremento de las pruebas pendientes, que se acercan ya a las 5.500, más del doble que el HUCA

Usuarios en la zona de acceso al Hospital de Cabueñes. JUAN PLAZA

El hospital de Cabueñes tiene en la actualidad un grave problema en la gestión de las solicitudes de ecografías que se generan en las diferentes consultas de atención especializada y atención Primaria. Ya sea por exceso de peticiones, por falta de personal como apuntan algunos conocedores del servicio, o por los problemas derivados del estado obsoleto de algún equipo, lo cierto es que se ha generado una lista de espera que duplica la que tiene el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y que es cinco veces superior a la que tiene, por ejemplo, el Hospital San Agustín de Avilés.

En concreto, la fotografía del mes de septiembre de las listas de espera para técnicas diagnósticas en los distintos hospitales asturianos -publicada esta semana por el Servicio de Salud del Principado tras casi dos años sin ofrecer datos- describía gráficamente el desfase de las ecografías en Gijón: 5.074 pruebas pendientes, de las cuales 4.750 estaban aún sin cita y otras 324 estaban citadas y en espera.

Pero esa complicada situación aún puede empeorar, y así lo ha hecho en octubre, como igualmente se recoge en los registros oficiales que se publicaban sólo un día después de las de septiembre. Las 5.074 citas se han convertido ahora en casi 5.500, lo que da idea de que con los servicios médicos casi a pleno rendimiento como ocurre en octubre -pasado el periodo vacacional-, la capacidad de resolusión del servicio de Radiodiagnóstico es menor que la que tienen los médicos y pacientes de generar peticiones de ecografías.

Tal como han podido comprobar algunos pacientes, esa demora implica tiempos de espera que rondan los dos años, según ha denunciado alguno de los afectados. El Sespa, que antes informaba sobre el tiempo medio de demora que tienen las distintas técnicas diagnósticas en los diferentes hospitales, ahora elude dar ese dato -que sí ofrece en el caso de la lista de espera para operaciones o consultas-. "Hace poco más de diez días, y tras llevar esperando por una ecografía desde el mes de febrero, pedí en Atención al Usuario una explicación y una orientación de cuándo podían llamarme. Fueron ellos quienes me dijeron que iba a tener que seguir esperando, porque estaban llamando aún a los de enero de 2014. No me parece ni medio normal", denuncia un paciente, Raúl Sánchez, a quien la prueba podría servir para arrojar luz sobre los dolores por sufre "por muchas partes del cuerpo", ya que los reumatólogos "aún no pueden concretar qué es lo que padezco". Otra paciente gijonesa, que en septiembre hizo un año que espera por una ecografía, relató igualmente su incredulidad cuando también en atención al paciente, hace poco más de un mes, le dijeron que "la cosa iba lenta. Que igual tenía que esperar un año más por la cita". En su caso, la prueba la pidió su médico de cabecera del centro de salud de El Natahoyo, tras aparecerles una serie de bultos en el brazo izquiedo, que se observan a simple vista y le generan dolor. Ya ha notado que le han empezado a aparecer también en la pierna izquierda. "Es una ecografía diagnóstica, y sin ella no saben decirme qué es lo que tengo...", lamenta esta paciente.

Ante esta situación lo que se está generando, como apuntaron algunos especialistas de Cabueñes, es que se buscan atajos para eludir esas demoras. Así, no sería infrecuente que lo que debiera ser una ecografía se convierta en una resonancia magnética -pese a suponer radiación para los pacientes y mayor coste de la prueba para la sanidad pública- con tal de poder llegar antes a un diagnóstico. También se genera, como cuentan los pacientes, más consultas de las debidas con los médicos y poco resolutivas, al no disponer del apoyo para el diagnóstico.

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