La Policía Nacional de Gijón ha desarticulado un importante foco de venta de cocaína situado en un piso del barrio de El Llano. Los agentes han detenido a una pareja -un hombre y una mujer, ambos de origen colombiano-, acusados de distribuir estos estupefacientes por toda la ciudad. La investigación, que se prolongó durante más de tres meses, permitió a los investigadores incautarse de más de medio kilo de cocaína.

Los funcionarios policiales aseguran que para no levantar sospechas los dos arrestados tenían su domicilio en otros inmuebles distintos al de El Llano. Un piso que sólo utilizaban "como punto de seguridad", para almacenar la droga y para poder repartirla entre los consumidores finales. La Policía Nacional mantiene, de hecho, que los propios detenidos "eran los encargados de realizar el recorrido por las distintas viviendas para ir a buscar a los clientes que compraban su cocaína". Lo hacían a bordo de un turismo que gracias a esta operación también pudo ser intervenido.

La Policía siguió a los presuntos traficantes durante varias semanas. Los agentes comprobaron que los acusados seguían siempre el mismo "modus operandi". Mientras uno de los miembros de la pareja vendía los estupefacientes otro realizaba las labores de vigilancia en las inmediaciones de la vivienda del cliente. A pesar de que tomaron muchas precauciones estos dos colombianos no pudieron evitar su arresto.

Los investigadores que registraron la vivienda de El Llano que los dos detenidos utilizaban como almacén se encontraron en el inmueble una habitación protegida con un candado en la puerta en la que había envoltorios de cocaína ocultos en bolsillos de cazadoras y chaquetas. Estas prendas de ropa se encontraban dentro de un armario. Los investigadores señalan que "lo más llamativo fue encontrar envuelto en una bufanda un paquete de más de 200 gramos de droga". Además del medio kilo de cocaína y del coche en el que la pareja realizaba sus desplazamientos para vender la droga, los funcionarios se incautaron de seis teléfonos móviles utilizados por los acusados para contactar con sus clientes y un bote de acetona.

La investigación policial fue desarrollada por el grupo de Estupefacientes de la Brigada de Policía Judicial de Gijón. Estos agentes contaron con el apoyo de la Unidad de Guías Caninos de la Jefatura Superior de Policía de Asturias. Los funcionarios realizan durante todo el año una labor de control de tráfico de drogas que se ve incrementada los días previos a las fiestas navideñas, cuando aumenta la venta de estupefacientes. A mediados de este mes la Policía de Avilés detuvo a 18 personas acusadas de distribuir crack por toda la región.