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A Paco le apoya el mundo entero

Una familia gijonesa logra en apenas tres semanas 121.000 firmas para que Servicios Sociales reconozca la discapacidad de su hijo, con espina bífida

A Paco le apoya el mundo entero

Cuando hace tres semanas Dámaris Palacios inició una recogida de firmas a través de la plataforma digital Change.org no podía sospechar la respuesta encontrada en internautas de todo el mundo. Son más de 121.000 las firmas de apoyo a su petición de que la Consejería de Servicios Sociales reconozca la discapacidad de su hijo Paco, de 7 años recién cumplidos, diagnosticado desde su nacimiento con espina bífida, una malformación congénita que le condiciona seriamente su vida diaria.

Dámaris Palacios, 34 años, jienense de Linares pero en Asturias desde hace veintiuno, entregará esas 121.000 firmas el próximo lunes en Oviedo y se entrevistará con algún representante de la Consejería. La Administración regional le envió una carta el 6 de agosto en la que le anunciaba la retirada del reconocimiento de discapacidad a Paco. De hecho, Servicios Sociales no contempla ningún grado de discapacidad en el niño. Los padres de Paco no se lo pueden creer porque el anterior diagnóstico marcaba un 33%, un nivel que permite a la familia acceder a una serie de servicios complementarios sin apenas coste en materia de rehabilitación y refuerzo escolar, como una logopeda.

Ese 0% de discapacidad choca de frente con lo que Dámaris explica que es la vida cotidiana de su hijo Paco. Problemas motrices, crecimiento doloroso, el coxis y el sacro sin formar, dificultades a veces insalvables para subir escaleras en solitario o para algo tan simple como escribir con un lápiz o abrocharse la ropa. "Es un niño muy inteligente, usa el ordenador como una fiera y juega hasta donde le permiten las fuerzas", dice su madre. Paco está en buenas manos. "Mi exmarido se vuelca, tenemos una hija mayor, Eva, de 12 años, que es maravillosa. Y Paco va al colegio Virgen Reina, en Gijón. Espectacular lo que están haciendo por él. No tengo palabras para agradecerlo".

A Paco le encanta la música de Dani Martín y es sportinguista apasionado. "Tanto saltó de alegría cuando subió el Sporting que al día siguiente tuvo un problema serio, las piernas paralizadas durante horas. Su gran preocupación no eran las piernas, sino cómo se las iba a arreglar para salir al día siguiente a la calle a saludar al autobús de los jugadores".

Paco sufrió una operación al mes de vida. Semanas después, una segunda en la que superó dos paradas cardiorrespiratorias. Está a la espera de una tercera operación. Los médicos quieren que crezca más. En estos años, la familia ha pasado por Cabueñes, por el HUCA y por el Hospital catalán Vall d'Hebrón, ya que en Asturias no hay neurocirugía pediátrica.

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