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JOSÉ RAMÓN PARDO | Periodista y experto musical

"Los concursos musicales de la tele son competiciones de lucha libre con la voz"

"Muchos artistas ya no sacan discos, sino canciones sueltas; vamos a lo que había al principio de la historia del pop"

José Ramón Pardo, ayer, en Gijón. ÁNGEL GONZÁLEZ

El gijonés José Ramón Pardo es una autoridad en materia musical y radiofónica. Periodista, creador y director de Radiolé y M80, fue jefe de programas musicales de Radio España, guionista de espacios como "Tocata", "Aplauso" y "A Tope", y muchos lo recuerdan por presentar en Antena 3 "Todos los gatos son pardos". Ayer presentó en el Ateneo Jovellanos su libro "Aquellos años del guateque. Historias y recuerdos de la época del tocata", un repaso sentimental a una década, la de los 60, que marcó época.

-¿Cómo eran los guateques de los 60?

-La palabra guateque es castellana, una palabra que viene de las islas del Caribe y que significa simplemente una fiesta que se celebra en una casa particular con baile. Era una ocasión de que se reuniera gente joven, chicos y chicas, para relacionarse, bailar, tomar algún refresco y simplemente para pasarlo bien y conocernos.

-¿Cómo recuerda aquellos años?

-Eran casi tan buenos como estos. Yo creo que todas las décadas han sido buenas, hasta que uno firma hipotecas y tiene que pagar todos los meses la vida es muy cómoda, sin grandes compromisos. Era una época desenfadada, que encima estaba acompañada de una gran música.

-En el imaginario colectivo ha sido una década mítica...

-Otros dirán que no ha habido nada como los años 80 y la Movida. Para mi fueron las dos grandes rupturas: en el caso de los 60 rompieron con una tradición musical anticuada, repetitiva, la de la copla, la ranchera... que no evolucionaban, y surgió la música pop y el rock & roll y cambió todo. Y no cambió solo la música, sino también la forma de vestir, el vaquero se puso de moda en la vida normal, la minifalda... en mi colegio éramos 40 en la clase y todos nos peinábamos con raya a la izquierda, y de pronto llegaron los cabellos a lo beatle, las chicas con el pelo muy corto o muy largo... Fue la época del movimiento hippie... de una evolución constante. En sólo diez años el cambio es brutal, se rompen todos los esquemas y empieza la edad moderna joven española.

-¿Por eso despiertan tanta nostalgia los guateques?

-Siempre cuando se mira hacia atrás parece que todo ha sido mejor. Con el tiempo nos quedamos con lo bueno, y en todas las épocas de la vida ha habido buenas canciones. Incluso los que dicen que ahora no las hay, dentro de 20 años descubrirán que hay muchas y muy buenas.

-¿Hacia dónde evoluciona la música actual?

-No sólo ha cambiado el concepto musical sino la forma de difundirla. Antes las compañías de discos tenían unos empleados, directores de arte y repertorio, que se dedicaban a escuchar miles de maquetas y elegían las que ellos pensaban que podían funcionar. Ahora todo está en Internet, y tú puedes escucharlas todas. Pero para decidir cuáles son buenas o malas uno se topa con un gran problema, porque puedes haber escuchado 800, pero te dejas otras 200 sin oír, y al día siguiente hay otras 200. Entonces puede que se te escape una buena canción, un buen artista, y sin embargo te aburres con otros. Hay una gran creatividad pero un exceso enorme de oferta y nadie que te diga lo que merece la pena y lo que no. Hoy en día estamos perdidos en esa barahúnda de sonidos sin tener claro hacia dónde va la música. Además ahora cada vez hay más blogueros y prescriptores de música y cada vez es más difícil seguirlos.

-¿Es la música actual más efímera?

-El mundo de la música de los últimos 50 años estuvo marcado en un principio por los singles, por las canciones sueltas. Pero cuando los Beatles maduran empezamos a funcionar con álbumes completos. Y ahora volvemos al concepto de canción a canción, muchos artistas ya no sacan discos, sino que van sacando canciones, si gustan se quedan y si no, prueban con otra cosa. Se parece mucho a los comienzos de la música pop.

-¿Se lo estamos poniendo difícil a los artistas?

-Y ellos se lo están poniendo difícil al público. Hoy en día no hay ningún trampolín donde darse a conocer. Antes estaban los festivales de la canción, donde podías descubrir artistas y canciones. Hoy en día lo único que hay son los reality shows musicales de la tele.

- ¿No funcionan?

-En realidad son como la liga de fútbol, unos contra otros, eliminándose y luchando para sobrevivir cuando en realidad a lo mejor de los 14 hay tres que son muy buenos pero eso no quiere decir nada. El artista que más éxito tuvo después de Operación Triunfo en su primera edición, que fue Bisbal, no fue el ganador del concurso. Ganó Rosa, que no ha conseguido remontar. Esos concursos son más un espectáculo de lucha libre con la voz que un espectáculo de demostración musical. Tanto los festivales como estos concursos son escaparates, entre lo que elige el jurado y lo que luego funciona suele haber mucha diferencia.

-¿Sabe divertirse la juventud de hoy en día?

- Por un lado la juventud está asilada por las redes sociales y demás, pero por otra parte se comunican muy buen por ejemplo en el fenómeno del botellón, donde se reúnen para oír música, charlar, beber juntos... No creo que haya tanto aislamiento como decimos los más mayores, y los jóvenes también saben comunicarse colectivamente.

-De la década de los 60, ¿con qué canción se quedaría?

-Si tuviera que quedarme con una sola me pondría a llorar, porque tendría que dejar fuera otras 999. Pero para guateque podría citar dos lentas: "Ma vie" de Alain Barriere y "Sapore di sale" de Gino Paoli. Son dos canciones de guateque para ligar.

-¿Se ligaba mucho?

-Lo que se podía, que no era mucho entonces.

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