No hay mejor excusa que un puente festivo para juntarse a comer. Las jornadas gastronómicas del Desembarco, organizadas por segundo año consecutivo por el Grupo de Hostelería Costa Verde, arrancaron ayer por todo lo alto con un menú compuesto por "congrio con patatines y arbeyos, pitu de caleya a la gijonesa (con puré de castañes)" y de postre manzana asada. En el menú va incluida la bebida (sidra, vino o cerveza), y fueron muchos los que ayer quisieron degustar las delicias de esta cita en alguno de los locales que la oferta.
Un total de 51 establecimientos hosteleros locales se han sumado a las jornadas gastronómicas que se celebran desde ayer y durante todo el puente festivo de la Inmaculada y la Constitución, una fecha que los organizadores quieren perpetuar en años sucesivos, con el propósito de que las del Desembarco se conviertan, con el paso de los años, "en una especie de Desarme gijonés".
La acción bélica que da nombre a las jornadas tuvo lugar el 18 de octubre de 1810, cuando la Regencia organizó una expedición militar al norte de la Península, en poder de los franceses, bajo el mando del entonces flamante ascendido a Mariscal de Campo, Mariano Renovales.
La expedición partió de Cádiz con 2.000 soldados (1.200 españoles y 800 ingleses) a bordo de 5 fragatas (4 inglesas y una española), tres buques de guerra de menor porte y otras 28 embarcaciones de transporte de todas clases, hallándose la flotilla al mando marítimo del comodoro Mends (británico). En total, pues, componían la expedición un conjunto de 36 barcos. Tras arribar a La Coruña, se dirigió a Gijón, donde fondeó el día 17 de octubre para atacar las supuestas posiciones enemigas.
Un hito histórico que tuvo su repercusión en la ciudad y que ahora se recuerda en forma de pitanza, para ofrecer platos de la tierra y animar a los visitantes a que el puente sea también gastronómico. Hasta el próximo martes se podrán degustar los menús especiales, con precios según el establecimiento.