A tenor de lo que cuentan los trabajadores, Gijón sacaría muy mala nota en conservación de la ciudad, un trabajo que el Ayuntamiento saca a concurso público. Lo hace por bloques: conservación viaria, conservación eléctrica y conservación de semáforos. Y en los tres sus plantillas denuncian problemas laborales e importantes mermas en la calidad del servicio a la ciudadanía. Como causa, los representantes de los trabajadores apuntan a lo mismo: un afán del gobierno local de Foro en buscar el ahorro.
La empresa Electricidad Llano se encarga del mantenimiento de las luminarias de todo el concejo así como del sistema eléctrico de edificios públicos, como colegios o centro municipales. Hay una plantilla de 41 trabajadores, cinco de ellos jubilados parcialmente. La actual firma encargada del servicio se hizo con el contrato ofreciendo una baja del 19% respecto al presupuesto base de licitación diseñado por el gobierno de Foro, que ya de por sí era inferior a lo acostumbrado.
"El pliego de condiciones no se hizo como se debería de haber hecho. El presupuesto no da lo suficiente para mantener el servicio, para los gastos generales. ¿Por qué se llegó a esto si nosotros informamos exhaustivamente del tema al Ayuntamiento?", lamenta Benedicto Peláez, delegado sindical de la plantilla. "El equipo de Foro estaba confeccionando el pliego y les dijimos cómo estaba el servicio. Tratábamos de mejorar la calidad del trabajo y se empeoró. No se recogió nuestra información", añade.
Peláez explica que "hay muchos servicios que antes entraban en el pliego, y ahora no; por ejemplo, las columnas de las farolas se mantenían anteriormente, y ahora no". La plantilla asegura que, fruto del precio de contrato tan bajo, la empresa "pierde unos 30.000 euros al mes dando el servicio". Y eso que "conforme al pliego cumple las condiciones, pero no quiere decir que esté bien hecho, porque el servicio es peor que el que había antes; la merma económica tienen que notarla los vecinos".
Pero, además, el abaratamiento del servicio "acarrea problemas para los trabajadores", que, según denuncia Peláez, "llevamos cinco años poniendo dinero de nuestros bolsillos para nuestro trabajo". Por ello, exigen al Ayuntamiento que extinga el actual contrato de conservación eléctrica -que expira en mayo- y convoque un nuevo concurso "con un pliego en condiciones". No descartan recurrir a la protesta para presionar.
En el caso de la plantilla encargada del mantenimiento de semáforos, asignada a la empresa SICE, ya han convocado varios días de huelga por la negativa de esta entidad a firmar el convenio de este año. Además, ante los problemas generados por el abaratamiento de los otros contratos de conservación, sus trabajadores están "temerosos". El contrato de SICE ya expiró y, en teoría, el servicio fue adjudicado a otra firma con una baja del 19% respecto al precio de licitación. SICE, que quería renovar su contrato, recurrió esa adjudicación pero, según informan los trabajadores, ha perdido ese recurso, por lo que todo indica que a corto plazo la nueva empresa se hará cargo del servicio subrogando 22 empleados.
"Como pasa en conservación viaria y alumbrado, ha habido esa baja tan brutal del 19% y el pliego salió además con un precio base de hace cuatro años, incluyendo una supuesta mejora de servicios. Estamos temerosos porque vemos lo que pasó con alumbrado y conservación viaria. La baja es muy considerable y no sabemos si va a repercutir en trabajadores o calidad del servicio. Lógicamente, la empresa no viene a perder dinero", argumenta Marcelino Tejado, delegado de la plantilla.
Todavía más abultada fue la baja del 35% con la que la UTE Conservación Calles de Gijón -formada por Vías y Construcciones y Contratas Iglesias- se hizo con el contrato de mantenimiento de calzadas y aceras de la ciudad. "Y eso respecto a un precio base de licitación que ya era un 14% inferior al que manejaba la anterior empresa", denuncia Diego Casal, delegado sindical de una plantilla de 35 trabajadores. "35 en teoría, en muchos momentos estamos 25 trabajando, porque no cubren bajas ni vacaciones", puntualiza Casal, que es muy gráfico a la hora de explicar cómo ha repercutido el ahorro buscado por el gobierno local de Foro en la calidad del servicio.
"La empresa que lo cogió lo hizo con una baja tan terrible que la culpa la pagamos los trabajadores. Tenemos la mitad de materiales, no tenemos todos los vehículos que debíamos tener y no contamos con todo lo que marca el pliego de condiciones del contrato con el Ayuntamiento. Allí se especifica perfectamente cómo tienen que ser las cuadrillas y todo. Pero pasan semanas sin que se reponga un vehículo estropeado, cuando tenía que ser en 24 horas. Si me mandan a trabajar con un caldero y una paleta de playa, no puedo hacer más. Ése es el resumen", cuenta el representante de los trabajadores, que agrega que "la cuadrilla que se encargaba de la zona periurbana la quitaron porque no hay dinero para comprar un tractor, un furgón... Y los vecinos de la zona rural se quejan, con razón".
En una frase, Casal resume el problema al que también apuntan sus colegas de conservación eléctrica y de semáforos. "La empresa ofertó mejoras en el servicio con una baja en el precio del 35%. Foro pensó que era la gallina de los huevos de oro, y al final los huevos estaban huecos", sentencia.
