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Vecinos de Poniente denuncian riesgos de seguridad en la instalación de una sidrería

La comunidad del edificio "Gaviota" vive en "un desasosiego constante" | Tierra Astur se siente "perseguida por un grupo reducido de residentes"

Un obrero desciende por el patio interior del edificio "Gaviota".

La guerra entre la comunidad de vecinos del edificio "Gaviota", una de las construcciones en forma de barco de Poniente, y Crivencar, empresa que gestiona la cadena de sidrerías Tierra Astur, no para de crecer en intensidad. La comunidad ha planteado a la empresa -que ha construido en los bajos del edificio un nuevo local frente al que ya regenta en la zona- un contencioso-administrativo y una demanda civil.

El grupo de vecinos entiende que el bajo del edificio no cumple con los requisitos para albergar el tipo de negocio que pretende Tierra Astur. Algo a lo que ahora añaden, tras el informe de un perito, que "sufrimos un desasosiego constante y una gran tensión y preocupación ya que la altura del local, que está muy limitada por las características del mismo, y la instalación de conductos de climatización, gas y electricidad que entran en conflicto con las instalaciones comunitarias pueden afectar a la seguridad".

Desde Tierra Astur, por su parte, aseguran que "se sienten perseguidos por un grupo reducido de vecinos", al que acusan de "robarnos material, cortar cables...". Agregan que "empieza a haber diferencias de opinión en el seno de los vecinos", así como que "la obra está finalizada y cuando las sentencias fallen tendremos el derecho a reclamar daños y perjuicios por el retraso en la apertura".

El perito contratado por la comunidad de propietarios estima que "las obras ejecutadas en el local comercial presuntamente han alterado, sin autorización de la junta de propietarios, varios elementos comunes del inmueble como el interior del falso techo de los soportales mediante la instalación de conductos de climatización, gas y electricidad, que entran en conflicto con todas las instalaciones comunitarias que discurren por dicho lugar, al cruzarse en espacios reducidos y dificultar los trabajos de mantenimiento y conservación del edificio, incumpliendo disposiciones del Código Técnico de Edificación". El informe pericial también hace mención a otros elementos comunes del edificio que supuestamente se han visto afectados por la obra de la sidrería.

Por todo ello, hace dos semanas la comunidad de vecinos interpuso una denuncia ante el Ayuntamiento, dado que "según consta en el informe pericial algunas de las obras no se acomodan al proyecto ni a la licencia concedida, pudiéndose infringir algunas disposiciones del Código Técnico de Edificación". El informe pericial también ha sido incluido en la demanda civil. En cuanto al contencioso, su juicio ya se celebró y está pendiente de sentencia.

Más allá de estas cuestiones, los vecinos continúan alegando que el local no cumple con "las alturas mínimas exigidas para la actividad pretendida, de café-teatro", una licencia que permitiría a Tierra Astur abrir durante la madrugada. Además, la comunidad recuerda que el constructor del edificio "Gaviota" estableció "en la escritura que no se podía dedicar los bajos a actividades musicales, sabedor de que para tales usos se necesitaba más altura".

Hasta ahora, las posibilidades de un acuerdo amistoso se han esfumado. "El local comercial no presentó sus propuestas por escrito y además no renuncia a la licencia de café-teatro, la cual permite tener abierto de lunes a jueves hasta las 5.00 horas y los fines de semana hasta las 7.00 horas", señalan representantes de los vecinos.

Desde Tierra Astur, por su parte, aseguran que "se les explicó claramente que las condiciones del nuevo local serán prácticamente las mismas que la otra sidrería (situada enfrente) con dos excepciones: horario algo más flexible en Nochevieja y la posibilidad de hacer alguna pequeña ambientación musical". Respecto a la música, afirman que "hicimos una prueba de sonido con ingenieros en diferentes pisos del edificio y no nos creíamos el aislamiento acústico que instalamos. No hay nada que hayamos hecho que no esté en el nivel de sobresaliente", garantizan. Y añaden: "Nosotros también somos parte de la comunidad del edificio".

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