Nuevo Roces vive su particular recuperación. Los constructores de la ciudad coinciden en señalar que este barrio que empezó a coger forma en 2010 ha conseguido convertirse en los últimos meses en uno de los lugares en los que más actividad económica relacionada con el ladrillo se está registrando en Gijón. Una opinión con la que coinciden los vecinos, que comienzan a notar que "llega cada vez más gente al barrio". Después de casi cuatro años de paralización prácticamente total de las obras en el área, este último trimestre del año ha servido para recuperar la actividad.
En el barrio la crisis económica hizo que el movimiento de grúas quedara anulado en el año 2011. Hasta ahora. Estos días cinco empresas constructoras se encuentran trabajando en otras tantas parcelas vacías. Dos han iniciado el movimiento de tierras para levantar nuevos edificios mientras que las otras tres lo harán en el primer trimestre del próximo año. Nuevo Roces deja atrás la crisis económica. Hasta este otoño sólo había construidos 47 edificios en la zona. Una cifra que superará el medio centenar el próximo año tal y como apuntan desde la patronal de la construcción CAC Asprocón.
A este segundo relanzamiento del barrio más joven de Gijón contribuyen, según los expertos, varios factores. "Ha aumentado la compra venta de pisos, los precios han caído de media un 4 por ciento, los tipos de interés son bajos y a medida que en estos meses se ha ido vendiendo el stock que se había acumulado durante la crisis los bancos han visto con buenos ojos dar créditos a los constructores para nuevos proyectos", resume César Nozal, de Asocias, la Asociación de inmobiliarias de Asturias. "Es verdad que hay un cierto repunte, la gente pregunta mucho y nosotros nos hemos animado porque vemos un cierto interés en la compra", añade Pablo Riestra, de la constructora Hermanos Riestra. Esta empresa instaló hace días una oficina de ventas con la que pretende dar salida a los 26 pisos que tendrá el edificio que tienen previsto levantar a partir de la primavera del próximo año.
Y de la que aumenta el número de vecinos lo hace también, consecuentemente, la cantidad de servicios que se ofrecen en la zona. En las últimas semanas el barrio ha visto como abrían sus puertas un restaurante turco, una nueva cafetería y una gasolinera con restaurante situada en las inmediaciones del área residencial.
Pablo Riestra añade como causa para el aumento de las ventas en el barrio el refuerzo de las líneas de autobús en la zona o la puesta en funcionamiento, en distintos momentos, de un parque para perros sueltos y otro con zona infantil. "Cuantos más servicios haya más gente querrá venir a vivir aquí porque la estancia será más cómoda", apunta Riestra. El constructor asegura, de hecho, que Nuevo Roces es uno de los polos de crecimiento de Gijón. "Es cierto que se está notando la recuperación en general, pero quizá que no cuajaran los proyectos de viviendas de protección en zonas como Jove ha aumentado el interés por este barrio en el que sí se ve movimiento y en la que hay muchos proyectos que ya son una realidad, lo que aumenta la credibilidad de futuras edificaciones", relata el empresario.
Pero aún no está todo hecho. Según el estudio realizado entre febrero y mayo de este año por Sogepsa sobre la oferta de vivienda nueva en el área central de Asturias, entre Roces, Nuevo Roces, Montevil, Contrueces, Pumarín, Nuevo Gijón y el Polígono -los barrios del sur de la ciudad-, había 411 viviendas sin vender, el 64 por ciento del total de pisos vacíos en todo el concejo.
