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Reacciones a una decisión municipal muy demandada

Somió alerta de los "problemas de salud" que generará la playa para perros

Los vecinos denuncian que la presencia de canes en el Cervigón durante el verano perjudicará al turismo y que el arenal se convertirá "en un vertedero"

La Asociación de Vecinos "San Julián" de Somió se muestra contraria a la decisión del Ayuntamiento de habilitar la zona de Cervigón como "playa para perros" todo el año. En el barrio temen que el arenal se convierta en un "vertedero". Los portavoces de la asociación mantienen que desde que se conociera la noticia han sido varios los vecinos que se han quejado ante la perspectiva de que esta zona costera se vea "invadida" por los canes. Los vecinos quieren abrir ahora "una vía de diálogo y reflexión para evitar mayores consecuencias". Aseguran que pretenden evitar los "problemas a la salud humana" que esta decisión municipal podría acarrear.

"En un entorno donde ya existen áreas amplias y aptas para el solaz de los perros se pretende, con dudosa oportunidad, ampliar las mismas con otra 'talasocanina' de incierta incidencia para la salud humana si consideramos el flujo que se da en la zona de corrientes y mareas", afirman los vecinos en un comunicado que ya han hecho llegar a todos los grupos políticos. Estos gijoneses explican que al habilitar la playa para perros se está dotando a los animales "de un derecho singular y extraordinario". "Como animales carentes de raciocinio los perros los hemos considerado tradicionalmente sometidos a la tutela humana, a su vez sometida a las leyes éticas", argumentan.

En su escrito la asociación incluye, además, una recopilación de las opiniones que les han hecho llegar los vecinos. "Los perros no me molestan pero sus excrementos sí. El Ayuntamiento busca cargar el mochuelo a la minoría en desventaja para contentar al mayor número de votantes", enfatiza una vecina en un escrito cuyos argumentos comparte otro gijonés que hace hincapié además en la dificultad de limpiar el Cervigón: "hay sitios a los que no llega ni la marea". "En una playa de arena sería mucho más fácil separar los residuos con una máquina limpiadora", añade otro residente en Somió. "Lo peor es que todos los perros se concentrarán en una playa de espacio reducido", argumenta otro vecino.

Para muchos las zonas que actualmente existen para el esparcimiento de perros son suficientes y la playa "expulsaría a un número importante de gijoneses que vienen aquí". Algunos apuntan incluso más alto y añaden que la decisión podría tener malas consecuencias para el turismo.

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