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Peralta: "Las guerras astur-cántabras prepararon la conquista de Germania"

El arqueólogo presenta, junto a Jorge Camino, el volumen que recoge las últimas investigaciones sobre la dominación romana del norte de Hispania

Camino, a la izquierda, y Peralta, ayer, con un ejemplar del libro. MARCOS LEÓN

Asegurar las fronteras del Imperio y tomar posiciones estratégicas para la intervención bélica en Germania mediante la toma de puertos marítimos -los actuales de Gijón y Santander- que permitieran el abastecimiento de las legiones romanas. Son algunas de las conclusiones que recoge el libro "Las guerras astur-cántabras", volumen de más de cuatrocientas apretadas páginas en las que se reúnen las actas e intervenciones del importante congreso que se celebró en Gijón, en octubre del año pasado, y en el que participaron casi cuatro decenas de investigadores.

"Permitieron a Octavio Augusto preparar la conquista de Germania", aseguró ayer el arqueólogo e historiador santanderino Eduardo Peralta Labrador, uno de los coordinadores del citado volumen, junto a Jesús Francisco Martínez Torres y Jorge Camino Mayor. Éste último y Peralta presentaron ayer el libro en el Museo de las Termas Romanas, en un acto en la que intervino también Paloma García, directora de los museos arqueológicos gijoneses.

"Es el bautizo de una obra relevante, que trata de un gran enigma histórico", señaló Camino. El arqueólogo recordó que, pese a los escasos y lacónicos testimonios historiográficos sobre el enfrentamiento entre Roma y las tribus de astures y cántabros, aquellas guerras se han asociado al carácter "rebelde e indómito" de estos pueblos, una interpretación que ha pervivido y se prolonga, de alguna manera, en las construcciones sobre los orígenes de la nación española. "Pero fueron también unas guerras importantes para el Imperio romano", añadió. Una tesis compartida con Peralta.

Para Camino, esas guerras fueron la llave que facilitó el acceso de los romanos a los recursos auríferos del norte de Hispania. Y, además, dieron continuidad a las conexiones marítimas por el Atlántico hacia los territorios del occidente europeo. Son afirmaciones que se han ido imponiendo debido a los hallazgos en los importantes y numerosos yacimientos arqueológicos que se vienen investigando desde hace dos décadas. Camino indicó que hay ya decenas de escenarios bélicos localizados. Ocupan una extensión de 60.000 kilómetros cuadrados, una superficie que da idea de la importancia de las guerras astur-cántabras. "Ha sido la operación militar de mayor envergadura en estas tierras", aseveró. Astur Paredes ha contribuido al diseño y maquetación del libro.

Peralta insistió en que los nuevos conocimientos sobre las guerras astur-cántabras, consecuencia directa de la renovación de los estudios arqueológicos y de la tecnología, permite ir hacia una reconstrucción "veraz" de la importancia de aquel conflicto bélico. Un ejemplo, según señalo, es este volumen editado por KRK, que calificó de "denso". Es una revisión crítica que pone de relieve, por ejemplo, el papel de Augusto en el conflicto o cómo los romanos penetraron en el frente astur a través de vías como La Carisa o La Mesa. Las guerras astur-cántabras siguieron un eje viario de Este a Oeste, mediante avances por los pasos de la Cordillera con el objetivo de alcanzar los puertos costeros. "Este libro es un hito", dijo Peralta.

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