Serio y reflexivo, humilde, con un fuerte sentido de la responsabilidad? pero, sobre todo, paciente. "A paciencia no le gana ni Dios". Todos sus amigos coincidimos a la hora de definir a Álvaro Granda Cañedo como un joven inquieto, con infinita curiosidad y una energía que en ocasiones queda oculta por su profunda timidez. Un carácter tímido y a veces introvertido que no le impidió asumir hace apenas un mes la presidencia del Conseyu de Mocedá de Xixón, tras más de tres años colaborando con la entidad juvenil desde diferentes responsabilidades.
Nacido en Gijón en 1989, Álvaro Granda terminó sus estudios de Bachillerato en el IES N.º 1, en el popular barrio del Polígono de Pumarín, donde vive desde su infancia. Pero no fue hasta su llegada a la Universidad de Oviedo, en la que se licenció en Historia, por la especialidad de Historia Contemporánea, cuando adquirió un compromiso político por la defensa de la Universidad pública. Eran los años de la instauración del conocido como "plan Bolonia", durante los cuales participó en las movilizaciones de oposición a la reforma universitaria a través de la representación estudiantil en la junta de su Facultad.
Hijo único, nieto y sobrino de trabajadores del Astillero del Cantábrico y Riera muy activos en la defensa de los derechos laborales en el sindicato Comisiones Obreras, no sorprende que Álvaro Granda Cañedo dedicara su trabajo de final de carrera al movimiento obrero gijonés. Tampoco que tras terminar sus estudios se afiliara a Izquierda Unida, formación política en la que participa como militante de base desde hace años.
Aficionado a la música y habitual de los festivales de rock, Álvaro Granda toca la batería y disfruta escuchando temas de "Los Suaves", Jimi Hendrix, "Led Zeppelin", "AC/DC" y "Barricada". Viajero curioso, sus amigos recuerdan viajes a Praga, Berlín o Copenhague en los que "no quedó un museo por visitar". También la Naturaleza llama la atención de este joven gijonés que disfruta de la montaña y el senderismo cuando la meteorología asturiana lo permite. Amante de los animales, en especial de los perros, y devorador de libros, entre sus autores de referencia se encuentran Gabriel García Márquez y, en el ámbito más académico, el historiador británico Eric Hobsbawm. También autores autóctonos, como Jovellanos, del que su novia, Noemí, dice que "es todo un experto", o escritores del género de la ciencia ficción.
A su participación en el movimiento estudiantil universitario siguió su vinculación con la actividad juvenil de la ciudad a través de Estudiantes Progresistas, asociación desde la que dio continuidad a su compromiso por la defensa de una educación pública y laica y desde la que se incorporó al equipo de jóvenes que desarrolla cada verano en Gijón el programa de intercambio de libros de texto. Defensor de la oficialidad del asturiano, Álvaro Granda forma parte del Conseyu Asesor de la Llingua del Ayuntamiento de Gijón, en el que trabaja ahora para reformar la ordenanza municipal y el Plan de Normalización y Uso Lingüístico.
Deportista en su adolescencia, durante la que llegó a jugar en la selección española de balonmano en categorías inferiores, y asiduo de los torneos de fútbol de Abierto hasta el Amanecer, Álvaro Granda es un sportinguista sin fisuras que a sus 26 años sigue haciendo deporte en el gimnasio del barrio cuando sus ocupaciones se lo permiten. Ocupaciones que no impiden que todas las semanas coma con sus abuelos paternos y su abuela materna, Lucrecia, "Lucky", por la que guarda un especial cariño.
En 2014 Álvaro Granda formó junto a un grupo de amigos una nueva asociación, Arroba-Xixón, dedicada a promover la participación juvenil a través de las nuevas tecnologías. Desde entonces, las redes sociales, en las que es muy activo, y la libertad de expresión han protagonizado buena parte de las acciones de su entidad con un claro enemigo a batir: la "ley mordaza" y la reforma del Código Penal que la precedió.
El pasado 14 de noviembre asumía la presidencia del Conseyu de Mocedá de Xixón para dar continuidad al proyecto que se había iniciado en mayo de 2012 y que había devuelvo a la entidad juvenil su papel de interlocutor de la juventud asociada en la ciudad. Por delante tiene ahora meses de trabajo altruista en los que no le van a faltar compromiso, ilusión y responsabilidad. Tampoco paciencia. Ni convicción: en su perfil de Twitter se puede leer una frase en la que asegura que "es preciso soñar, pero con la condición de creer en nuestros sueños". Álvaro no sólo cree en ellos, sino que además se compromete con la lucha por alcanzarlos.
