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Directo al corazón

"Cuando escribo adopto otra personalidad, más oscura, pesimista, incluso cínica"

"No expulsaría a los políticos de la sociedad, todos hacemos política sin darnos cuenta; echaría a los violentos y los terroristas"

"Cuando escribo adopto otra personalidad, más oscura, pesimista, incluso cínica"

Su primer libro, "Naufragios", está a punto de salir a los escaparates de las librerías. Es uno de los sueños de esta periodista de largo recorrido que ha brillado en todos los aspectos de su carrera, Rocío Menéndez Traba. Detrás de su aspecto frágil y bello hay una luchadora tenaz y temeraria que no se le pone nada por delante a la hora de desarrollar cualquier proyecto relacionado con el periodismo. Es alegre, simpática y cariñosa. Vive un momento ilusionado y así lo reconoce.

-Dígame, ¿usted quién es?

-Una periodista, madre y escritora, por este orden, nacida en Gijón (1969), mayor de cuatro hermanos. Me considero extrovertida, buena relaciones públicas y nada solitaria; siempre estoy entre gente y me gusta la calle. Para el trabajo soy seria, pero en lo personal un caos, algo que me encanta porque el caos necesita una solución y siempre acabo dándosela. Estoy casada con Manu Cifuentes y tenemos dos hijos.

-¿De pequeña qué quería ser?

-Aprendí a leer a los 4 años, me enseñó mi abuelo. Me leía el periódico y yo le preguntaba: ¿quién escribe todo eso? Los periodistas, respondía. Decidí que yo quería ser periodista. Desde entonces la literatura ha sido mi refugio. A los 15 años odiaba las matemáticas y le dije a una compañera: "Cuando sea periodista, después seré escritora y me voy a llamar Yocer Ceruyeda".

-¿Por qué ese nombre?

-A la hora de escribir adopto otra personalidad, más oscura, más negativa, pesimista, incluso cínica, de peor carácter; luego, bajo esas condiciones no podía firmar como Rocío que significa alegría.

- ¿"Naufragios" es su primera obra?

-Es la primera publicada, pero tengo otras dos escritas.

-¿Quién se la edita?

-Un editor de Málaga. Ocurre que envié un original al premio "Ciudad de Málaga" y no resultó premiado, pero le interesó a un editor que quiso que le mandara el manuscrito. Lo leyó y aquí estamos. La presento el próximo sábado 26, en el Antiguo Instituto, a las 12.30 de la mañana, con la colaboración de Laude Martínez, presentador de la TPA.

-¿Qué asunto trata "Naufragios"?

-Es una novela coral, en la que cuentan la misma historia siete personas desde un punto de vista distinto. Es un tema duro; los siete son náufragos en diferentes sentidos.

-¿Y como periodista en qué se emplea actualmente?

-Llevo la comunicación empresarial y el marketing de Láser Dental, donde tengo un horario muy organizado, y en los retales de tiempo escribo.

-Pero también dirige galas...

-Sí, presento eventos de la Casa de la Vida, del Mercado del Ferrocarril, de la Federación Asturiana de Surf y de cualquier sitio que me llamen. Me desenvuelvo bien en el caos.

-¿Dónde hizo la carrera?

-En la Universidad Pontificia de Salamanca. Al terminarla trabajé en TV Gijón durante siete años, hasta que me ficharon en Tele 5, una experiencia que duró dos años, pero a escala personal no me satisfizo; estaba recién casada y el trabajo me absorbía mucho. Madrid es muy exigente y todo te lleva horas, y en el aspecto profesional es una selva. Manu y yo volvimos a Gijón sin mirar atrás.

-¿Con qué perspectivas?

-Colaboré con LA NUEVA ESPAÑA ocho años, tuve dos niños y durante un tiempo dejé los medios de comunicación para dedicarme a la familia. Luego fui jefe de prensa de la Escuela de Negocios seis años, hasta que pasé a la Consejería de Hacienda y Sector Público en el primer Gobierno de Foro. Además hice los guiones de la TPA sobre los ríos de Asturias.

-¿Se han cumplido sus sueños?

-Todos, soy periodista y escritora, con un libro publicado. Creo que los sueños se cumplen.

-¿A qué teme?

-Al fuego, siento pánico ante él. No sé ni encender una cerilla. A lo demás, nada, ni a la enfermedad ni a la muerte. Sólo al fuego. Es posible que sea consecuencia de que mi madre quemó mi chupete ante mis ojos para que lo dejara.

-¿Quién es su enemigo público?

-Hay dos cosas que no puedo resistir: la pobreza infantil y el cáncer en los niños.

-¿De que se siente menos orgullosa?

-No soy una buena ama de casa, pero tampoco me preocupa, de manera que creo que no lo conseguiré nunca.

-¿En qué pierde el tiempo?

-En la lectura, si se considera una pérdida. Hago pilates por prescripción facultativa, pero no soy nada deportista.

-¿Recuerda el primer libro que leyó?

-Sí, el de las fábulas de La Fontaine, Samaniego e Iriarte. Tenía 5 años cuando leí "Mujercitas", y me identifiqué con Josephine, que era la escritora.

-De uno a diez, ¿cuál es su grado de coquetería?

-Puedo combinar un 7 u 8, con la más absoluta despreocupación. Y prefiero el coqueteo intelectual al amoroso; no olvidemos que estoy felizmente casada.

-¿Reformaría algo de su físico?

-No, reformaría mi salud. Sufro migrañas crónicas desde hace veinte años debido a un problema de cervicales.

-¿Qué piensa ser de mayor?

-Siempre escritora, y cuando me jubile me gustaría irme a una casita en Cádiz, con un huerto con flores, para leer y escribir.

-¿A quién expulsaría de la sociedad?

-A los políticos no. Hice tres años de Ciencias Políticas y me encanta la política, es algo que todos hacemos sin darnos cuenta. Expulsaría a los violentos, a los terroristas. Jamás me he peleado con nadie, soy muy pacífica.

-¿Cómo contempla las elecciones que se celebran hoy?

-Esta campaña ha sido apasionante, me gusta que haya nuevos actores sobre el escenario político. Creo que habrá sorpresas.

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