La Navidad es, sobre todo, cosa de niños. Y sino que se lo pregunten a los grandes protagonistas de los actos festivos de ayer en Gijón. Cientos de escolares de la ciudad comenzaron la mañana repartiendo estrellas por la zona de Begoña. Habían salido de la iglesia de los Carmelitas con el único objetivo de felicitar las fiestas a los viandantes de parte de los misioneros católicos que trabajan en países de todo el mundo.

"Los niños les ponen una estrella a las personas que se encuentran por la calle sin más. No buscan recaudar dinero ni nada. Tenemos más de 300 niños de colegios de toda la ciudad y de varias parroquias", señaló ayer antes de que los pequeños se lanzaran a la calle Martina González, coordinadora de Misiones en Gijón y organizadora de la iniciativa "Sembradores de estrellas". "El objetivo es que la gente vea que los misioneros se acuerdan de todos aunque estén a miles de kilómetros", añadió González.

Ya por la tarde los más pequeños pudieron disfrutar en Santurio de un concurso de dibujo y una chocolatada organizada por la Asociación de Vecinos de la parroquia con el objetivo de que los niños pasaran una buena tarde. El mismo reto que se marcaron en la fiesta infantil de Poago, que también consiguió entretener a los más pequeños de la zona con talleres de globoflexia, cuentacuentos y pintacaras, además de la visita de Papá Noel. En la zona urbana muchas familias aprovecharon el inicio de las jornadas de puertas abiertas del Botánico para dar un paseo y conocer el belén monumental inaugurado el pasado jueves. Todas estas actividades se unen a otras celebradas el viernes como la presentación del coro de alumnos de La Inmaculada o la fiesta de Navidad de la Escuela Infantil de Montevil.

Pero no sólo los escolares viven de forma especial estas fiestas. Durante este fin de semana se celebraron además en Gijón actos solidarios con los que se buscaba aprovechar las fechas navideñas para ayudar a los demás. La Asociación Galbán de niños con cáncer organizó un concierto benéfico de villancicos para bebés que tuvo lugar en el teatro de la Laboral a mediodía. Ya por la tarde las notas solidarias sonaron en la iglesia de Santa Cruz de Jove, en donde tuvo lugar un concierto del tenor avilesino Emilio Menéndez. En otro templo, el de Vega, los vecinos iniciaron su particular Operación Kilo para ayudar a los más necesitados. La música también fue la gran protagonista en el Museo Evaristo Valle, que acogió un recital de viola y piano a cargo de Cristina Gestido y Marta García Teijido.

El fin de semana llegó además a Gijón cargado de eventos empresariales. Una cena de Navidad muy especial se celebró en el Ambigú, en donde se dieron cita más de un centenar de autónomos y emprendedores asturianos que acudieron a este particular festejo organizada por el promotor Javier Bouzas y Paula Martínez, de "La Cebra a Cuadros". Los asistentes pudieron incluso disfrutar de sus "12 IVAS de la suerte" con los que reírse de los desvelos del autónomo.