"Cuando vi lo que pasaba pensé que estaban rodando una película, no me lo podía creer". Los afectados por la actuación del conductor drogado y sin carné que el sábado a primera hora de la mañana arrolló 20 coches en la zona de La Calzada con un camión de grandes dimensiones robado en Llanera, aún se mostraban ayer sorprendidos por lo sucedido. La mayoría de ellos se pasó a lo largo de la mañana por la Comisaría de Policía Nacional de El Natahoyo para denunciar los daños que provocó la actuación del ahora detenido en sus vehículos. A la misma hora, en esas mismas dependencias, el detenido -un vecino de Gijón de 31 años de edad, con múltiples antecedentes penales y cuya identidad responde a las iniciales N. A. F. N.-, se negaba a responder a las preguntas de los agentes que pretendían tomarle declaración. El reo será puesto hoy a disposición del juez de guardia para que explique lo sucedido.

La Policía elaboró ayer un informe acerca de la actuación del presunto delincuente. Gracias a los testimonios de los denunciantes, los funcionarios pudieron reconstruir las consecuencias de la imprudente actuación que provocó una importante alarma en la zona oeste. La Policía Local de Gijón le seguía la pista al detenido desde las siete menos diez de la mañana del sábado. Varios testigos informaron entonces a los funcionarios de la Jefatura de la calle San José de la presencia del hombre en la carretera AS19 que une Gijón con Avilés. Había robado en la localidad de Arlós, en Llanera, un trailer con dos máquinas de obra en el remolque y se dirigía a La Calzada.

"Le vimos pasar dos veces", relató poco después del arresto una pescadera con negocio en la calle Brasil. Los vecinos apenas daban crédito a lo que veían sus ojos. A pesar de que el camión no cabía por las estrechas calles de La Calzada, el conductor, que se encontraba bajo los efectos de la cocaína, arrolló una veintena de turismos y los desplazó a las aceras. "Iba con defensas de coches y retrovisores colgando por detrás", contó una testigo. El acusado se cargó dos señales y provocó daños, además, en cuatro contenedores. Aparcó el camión en El Lauredal, se bajó y cogió una tapa de alcantarilla con la que fracturó la puerta de entrada de una sidrería de la calle La Alameda de Jove. Una vez en el interior del local violentó la máquina tragaperras para llevarse la recaudación. Pero no lo consiguió. La Policía le paró los pies dentro del establecimiento de hostelería.

"Cuando le preguntaron dónde estaba el camión no quería decirlo, estaba tan tranquilo", afirmó uno de los testigos del arresto. Algunos vecinos de la zona trataron de parar al conductor, pero no lo consiguieron. El hombre no se alteraba lo más mínimo. La misma actitud pausada y relajada que, según fuentes cercanas al caso, exhibió el detenido ayer cuando fue conducido a la sala de interrogatorios de la Comisaría. A pesar de que se negó a declarar, las pruebas para incriminarlo están encima de la mesa. En el momento del arresto la Policía se dio cuenta de que el acusado llevaba encima tres cazadoras. Dentro de los bolsillos de estas prendas había escondido varios juegos de llaves, uno de ellos el del trailer con el que había causado graves daños a vehículos aparcados en La Calzada.

La Policía Local acusará en un principio al arrestado de la comisión de los delitos de robo con fuerza, daños y contra la seguridad vial. El juez que tome declaración al reo a lo largo de la mañana podría decretar su ingreso en prisión hasta la celebración del juicio.