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"La incorporación de las madres al mundo laboral ha generado mucha soledad"

"Al nuevo año le pido más justicia para todos, estabilidad para los refugiados y un mejor reparto de los bienes"

"La incorporación de las madres al mundo laboral ha generado mucha soledad"

En este año que termina se ha celebrado el 800.º aniversario de la fundación de la Orden de Predicadores, creada por Santo Domingo de Guzmán en 1215. El colegio de las Dominicas ha conmemorado tan importante onomástica con diversos actos que culminaron el pasado 21 de diciembre con el concierto ofrecido en la iglesia de San Lorenzo, en el que intervinieron entre otros cuarenta alumnos del colegio, todos dirigidos por Carlos José Martínez, consiguiendo un memorable éxito. Lourdes Rodríguez Viejo habla con admiración del largo camino recorrido por la Orden, de sus conquistas y trascendencias. Es una mujer muy cercana, pacifica y alegre, gran conversadora y en la que destaca su gran humanidad.

-Dígame, ¿quién es la hermana Lourdes?

-Una religiosa nacida en Turón (1949), en la cuenca del Caudal, mayor de dos hermanas. Profesé en las Dominicas a los 18 años, y desde entonces he permanecido en Gijón 24 años, divididos en dos periodos. Me considero muy paciente con los niños, e impaciente con los adultos. Nerviosa, sensible..., toda la vida muy trabajadora y casi siempre en cargos de dirección. Mi actividad favorita es la pastoral del centro.

-¿Cómo han celebrado estos 800 años de existencia de la Orden?

-Lo hemos señalado con un slogan importante: "Enviados a predicar el Evangelio", y difundiendo la vida de Santo Domingo de Guzmán, que había nacido en 1170 en Caleruega, un precioso pueblo de Burgos, en el seno de una familia noble, descendiente de los reyes de Castilla. Falleció en 1216, a los 46 años, tras una vida de intenso trabajo. Iniciamos el curso con una Eucaristía de agradecimiento por los 800 años, y terminamos con el concierto que organizó Carlos José Martínez, un gran artista siempre dispuesto a todo para ayudarnos.

-¿La Orden se mantuvo interrumpidamente en estos ocho siglos?

-Sí, y creciendo sin parar. Ocurre que dentro de la Orden hay diversas familias, como las de frailes, monjas contemplativas, y hermanas de vida apostólica como nosotras, pero todos seguimos la espiritualidad de Santo Domingo, y sumamos más de 100.000 miembros, repartidos por todo el mundo. Tenemos universidades, colegios, conventos... Hemos dado grandes figuras teológicas, 130 santos y 4 papas. Todos sostenidos en los cinco pilares en los que trabajó Santo Domingo: la comunidad, la búsqueda de la verdad, la contemplación, la compasión y la predicación. Un espíritu que toda la familia dominicana intenta hacer vivo en el mundo.

-¿Usted ha sido feliz bajo esa doctrina?

-Sí. Quise ser misionera, así lo manifesté, pero no fue posible. Luego descubrí que aquí hay muchas pobrezas; la soledad, la falta de escucha o de cariño, la descristianización tan grande, el vacío. Supe que podía ser misionera y evangelizadora desde la escuela.

-¿Nunca sufrió una crisis?

-No, pero se pasan momentos más relajados, más difíciles, de incomprensión, pero nunca me planteé abandonar.

-¿Y dudas de fe?

-Dudas siempre se tienen, pero está la confianza, hay que fiarse de Dios. El Evangelio es diáfano y la personalidad de Jesucristo muy atractiva y fácil de entender, aunque difícil de vivir su compromiso.

-¿Nunca le ha dolido no tener hijos?

-No, es algo a lo que se renuncia libremente.

-¿A usted le gusta mandar?

-No soy autoritaria, mi responsabilidad es más de organización, y no doy puñetazos sobre la mesa.

-¿Cuántas hermanas forman la comunidad?

-Somos trece, pero trabajamos en el colegio sólo tres. El resto colabora en diferentes tareas; algunas son muy mayores, dos religiosas pasan de los noventa años, y aún así ayudan en Cáritas parroquial, en la residencia de ancianos o en el colegio.

-¿Cuántos alumnos reúnen este curso?

-Unos 750, repartidos en dos líneas, A y B, y en Bachiller completo, es decir, posteriormente pueden hacer cualquier carrera universitaria. Salen muy bien preparados. En la PAU casi siempre conseguimos el cien por cien de aprobados, y trabajamos con las nuevas metodologías, las inteligencias múltiples y la labor cooperativa.

-¿Qué edad tiene de presencia este colegio de Gijón que ustedes regentan?

-En 2017 cumpliremos 50 años en el Coto, pero antes estuvimos una temporada en Cimadevilla, junto a la iglesia de San Pedro. En los inicios tuvimos internado, pero duró poco tiempo. Yo no soy partidaria, los niños necesitan la familia, amor, compañía, comprensión. Cosas que faltan mucho hoy, algunos niños están muy solos. La incorporación de las madres al mundo laboral ha generado mucha soledad, pero así son los tiempos. También hay familias desestructuradas, cuya realidad se hace difícil para los niños.

-¿La situación política actual le preocupa con vistas al futuro del colegio?

-Nos preocupa siempre, en los colegios concertados todo son recortes, más que en los públicos. Si no fuera por las aportaciones de los padres, con su cuota voluntaria de 25 euros al mes, no podríamos sostenernos.

-No corren buenos tiempos para lo religioso...

-Todos los tiempos tienen su afán, y estos no son los peores. Los que vivieron Santo Domingo y San Francisco Coll, fundador de la Congregación de Dominicas de la Anunciata, a la que nosotras pertenecemos, fueron pésimos.

-¿Cómo han celebrado la Nochebuena?

-En comunidad, situada en el cuarto piso del colegio. Primero rezamos vísperas, luego escuchamos el discurso del Rey, cenamos, y algunas asistimos a misa de gallo en la parroquia de San Nicolás de Bari. El párroco, Fernando Fueyo, cenó con nosotras, sopa de marisco, un pescado al horno y turrones. La Parroquia de San Nicolás nació aquí, en los sótanos del colegio.

-¿Qué desea para 2016?

-Que todos podamos tener más justicia. Estabilidad para los refugiados y un mejor reparto de los bienes. Paz, amor, y sobre todo que a nadie le falte lo elemental para vivir.

-¿Tiene hobbies?

-Me gusta mucho leer, y pierdo mucho tiempo con las nuevas tecnologías. Me gustan las manualidades y el arte en general y soy apasionada del Sporting.

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