La Asociación de Vecinos "Pando" de Poniente respondió ayer a las acusaciones emitidas desde la Agrupación de Negocios de la zona. Ambas entidades mantienen un enfrentamiento: el colectivo vecinal denuncia una concentración de eventos de ocio en la zona que perturba su descanso mientras que los hosteleros y comerciantes les acusan de "insolidarios" por oponerse a la celebración de actividades que "dinamizan la zona". Y en su enfrentamiento no dudan en deslegitimarse mutuamente.

Si la Agrupación de Negocios afirma que la asociación vecinal está compuesta de "tres o cuatro" vecinos, ésta replicó ayer que "es difícil contestar a una provocación, a un cúmulo de falsedades hecha por una supuesta agrupación de hosteleros que en realidad no existe más que en la cabeza de sus promotores, pues no consta en ningún registro oficial". "Pando" aclara además que "nunca nos hemos negado a tener eventos en la zona pero sí a tenerlos prácticamente todos".

Asimismo, defiende su legitimidad como asociación de vecinos, no sin antes lanzar duras críticas a la Agrupación de Negocios. Y se dirigen al propietario de una cafetería de la zona al que señalan como promotor de la agrupación. "Sabe de sobra que somos cerca de 600 socios y así ha quedado acreditado tanto en el Ayuntamiento como en el juzgado en distintas demandas", afirman desde el colectivo vecinal, que continúa su discurso acusando al promotor de la agrupación de "anteponer sus intereses económicos a tener una convivencia y un respeto con los vecinos del entorno", así como de "hacer negocios en el Ayuntamiento, meterse en la directiva de Foro, de la Asociación de Hostelería de Gijón y en Divertia para influir en este tipo de asuntos".

Pero el colectivo vecinal tampoco se olvida del Ayuntamiento de Gijón. "Tenemos el apoyo de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Gijón, como ha quedado constatado este mismo verano, y el acuerdo con el Ayuntamiento y todos los partidos del mismo para abrir una mesa de diálogo y suavizar el impacto de todos esos eventos con la ley por delante y con un contenido ético que hasta ahora no se nos ha aplicado", denuncian. Y terminan mencionando a la carpa que un grupo hostelero tenía instalada en Poniente para una fiesta de Nochevieja suspendida finalmente por el Ayuntamiento. "No parece que, tras ese acuerdo, instalar una carpa para instalar una fiesta con más de 1.000 personas a 30 metros de unas ventanas sea lo más adecuado", sentencian.