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La Opinión de Gijón

Gramática atropellada

Hace unos días asistí a la proyección de la ópera "El sueño de una noche de verano", retransmitida en diferido desde el Festival de Aix en Provence Francia, hablada en francés y subtitulada en castellano.

El texto estaba razonablemente bien traducido, aunque se coló la palabra "platicando" pero supongo se debía a que la versión estaba realizada por una persona latinoamericana y es irrelevante. Lo que me dejó espantada, aunque ya lo oí alguna vez pero no escrito, fue visionar lo siguiente: "Contra" mas me desprecias más te quiero.... ¡empleando la preposición contra en lugar del adverbio de cantidad cuanto! Si ya es un error imperdonable, aún más en una versión subtitulada.

En un comecio del barrio vi pegado en el escaparate un papel anunciando: "pan echo aquí". Cuando se lo digo con tacto a la dueña responde indiferente que lo escribió su hijo y, encogiéndose de hombros, que qué mas daba. Un cliente dice que él ya lo avisó primero y entonces comentamos que en asturiano no existía el riesgo de faltas de ortografía en determinados vocablos: fecho, facer, fía, farina, figu... en fin, que el pan "echo", al menos en papel continuó allí, tan campante.

Hace ya tiempo se oye decir: "detrás tuyo, delante mío... utilizando el pronombre posesivo en lugar del pronombre personal: detrás de ti, delante de mi...

Y ya en términos actuales: "no me queda otra".... otra ¿qué? porque ese vocablo se refiere a un sustantivo mencionado antes: por ejemplo: ¿te queda alguna solución?, no, no me queda otra. Lo correcto sería: no me queda otra solución, otro remedio.

Opino que la utilización incorrecta, equivocada de la lengua castellana va en aumento. No parece que la RAE salga al paso de los desmanes lingüísticos, porque tal vez consideren que como es el vulgo quien no se expresa bien pues carece de importancia, por eso creo que los y las docentes tendrían que insistir y como se lee menos y los mensajes de móviles contribuyen a distorsionar la lengua, intentar que en la ESO y Bachiller, donde ya es decisivo el conocimiento del idioma, les propusieran leer el periódico en papel, valorar los textos. No es comparable a la pantalla distante, fría, ir descubriendo las noticias al pasar las hojas, transitando por las palabras al mismo tiempo que se adquiere información, es decir, el placer físico de tocar un periódico. El papel escrito no puede desaparecer, está en los quioscos, los bares, las bibliotecas públicas, los centros de personas mayores.

Si alguien lee mi reflexión, sepa que habitualmente escribo en asturiano como creadora y por una cuestión de dignidad, pero la lengua castellana es un idioma bello que admite todas las traducciones, al igual que el asturiano siendo ambos lenguas romances.

Confiemos en que la incorrección vaya menguando... por lo menos.

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