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Los ingresos geriátricos en Cruz Roja se redujeron un 20% en un diciembre atípico

Cabueñes, que tuvo la misma tendencia a la baja, empieza a notar el repunte con 80 hospitalizaciones de medicina interna tras el puente de Año Nuevo

El Hospital de Cruz Roja, en la calle Uría de Gijón. ÁNGEL GONZÁLEZ

La bonanza climatológica que vivió la región en el último mes ha tenido una expresión sanitaria clara: la caída de ingresos hospitalarios de los pacientes más típicos con los que se suelen llenar los servicios de urgencias en el mes de diciembre. Esa caída de ingresos en Gijón -que ya empieza a remontar- puede comprobarse con claridad en centros como el hospital de Cabueñes o el de la Cruz Roja.

En Cruz Roja, el centro que habitualmente da el primer apoyo a Cabueñes cuando la presión de ingresos empieza a acuciar, se estima que en el último mes del año se produjeron un 20% menos de ingresos de geriatría de lo que sería habitual. El centro llegaba a finales de diciembre rozando los cien ingresos de pacientes mayores, cuando la media más habitual en los meses de invierno supera los 120. "No hubo nada de presión sobre la geriatría", reconocen en el centro sanitario de la calle Uría, que tiene firmado un convenio singular con el Sespa (Servicio de Salud del Principado) que incluye desde hace años hacerse cargo de unos 1.500 ingresos de pacientes geriátricos al año. La cifra final del 2015, aún provisional, no distará mucho de lo pactado pero, como bien admiten desde el centro, eso será debido al efecto compensador que ha tenido la baja presión del final de año con la alta demanda que se tuvo en el primer trimestre del 2015. Así, los casi 40 ingresos de más respecto al pasado año que se acumularon en el primer trimestre se vieron casi anulados a mediados del último trimestre, dado que desde septiembre se comenzó a notar la reducción de entradas, aunque de forma más intensa se reflejó en los datos de diciembre.

El hospital de Cruz Roja tiene tres plantas (de 32 camas cada una) destinadas a la geriatría, siendo una planta de agudos, otra de recuperación funcional para pacientes derivados principalmente por problemas neurológicos y una última de cuidados paliativos. Es el área de agudos, el que en estas fechas se nutre de pacientes mayores que sufren descompensaciones por efecto de la gripe, con complicaciones cardiacas y pulmonares principalmente, la que estuvo mucho más tranquila de lo habitual. "Se nota claramente que hasta ahora no ha habido gripe", admiten en el centro, ya que es esa enfermedad común la que se convierte para la población de más edad y con patologías asociadas en un verdadero problema.

Por lo que respecta al gran centro de referencia del área, el hospital de Cabueñes, a principios de esta semana aún no había sido necesario abrir una de las plantas cerradas durante el verano -cuando el menor ritmo de actividad programada es obligado por las vacaciones del personal-. Una unidad que en condiciones normales se reabre entre los meses de octubre y, como mucho, noviembre.

Que una de las alas de la segunda planta de hospitalización continuara cerrada en enero es una imagen muy inusual en un centro acostumbrado a vivir entre camas supletorias y habitaciones dobles convertidas en triples en los meses de más frío. El lunes, sin embargo, tras el puente festivo de Año Nuevo y la caída de las temperaturas, la presión asistencial en Cabueñes se incrementó. Sólo en esa jornada el servicio de Medicina Interna tuvo que ingresar 80 pacientes, con la consiguiente incorporación de camas supletorias. Pacientes mayores, con cuadros catarrales y descompensaciones por la gripe, forman el grueso de las asistencias desde hace más de una semana. Hasta entonces, sin embargo, el perfil del paciente que requirió atención médica en Medicina Interna, sobre todo por parte del servicio de Neumología, fue el de personas de menos edad y asmático, con complicaciones que algunos facultativos achacaban a las condiciones atmosféricas y quizá a la contaminación.

Por lo que respecta al hospital de Jove, también se han vivido unos últimos meses con una baja presión de ingresos.

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