Con el inicio del año 2016 ha cerrado sus puertas el bar El Molinucu, situado en la esquina entre las calles La Merced y Domínguez Gil. Desde su apertura en 1971 por el salmantino Manuel Fernández Prieto, "El camioneta", y su esposa Amalia Regalado Calderón, El Molinucu había sido punto de encuentro, tertulia y buena comida, y ahora esa historia pone su punto y final.

Tras la muerte de su fundador en el año 2009 -entonces, e incluso antes, fruto de la enfermedad de su titular, ya hubo intenciones de cierre- asumió el reto de continuar con el negocio su hija Marta aunque detrás de la barra siempre han estado el resto de los hijos de Manuel y Amalia: Susi, Titi y Manuel. El Molinucu pasó entonces a ser lugar de perigrinaje de la juventud en sesiones nocturnas que ahora tendrán que mudar de estancia.

El establecimiento de la calle La Merced cuenta incluso con un libro sobre anécdotas ocurridas en el local, "Histories del Molinucu" escrito por Alfonso Peláez, colaborador de LA NUEVA ESPAÑA y vecino de comercio del popular punto hostelero.

Amalia Regalado Calderón declaraba estos días su pesar por el cierre de un negocio tan ligado a la familia. "He sido muy feliz y he querido mucho a mis clientes a lo largo de tantísimos años. Y siempre me he sentido querida por todos ellos. Llegó la hora pero no estoy triste", indicó.