La dirección del hospital de Cabueñes ordenó ayer la apertura, por la tarde, del ala de hospitalización de la segunda planta que permanecía cerrada desde el verano por la baja presión de ingresos. Con las tornas cambiadas desde hace ya varios días y con las urgencias muy saturadas de pacientes que acababan necesitando una cama en Cabueñes por sus complicaciones, se ordenó la dotación de la unidad, con 30 camas, para ubicar los nuevos ingresos y darle alivio a las plantas más saturadas.
Los responsables sanitarios de Cabueñes ya habían valorado el martes la apertura de la unidad, tras una jornada de lunes en la que se agolparon los ingresos. Sólo ese día hubo 80 hospitalizaciones de Medicina Interna, el servicio en el que recalan los pacientes mayores, descompensados por los rigores del frío, con problemas respiratorios y cardiológicos entre otros. Tras el acumulado festivo del día de Nochevieja, Año Nuevo y el domingo, las hospitalizaciones se multiplicaron sin que diera tiempo a dar salida a muchos de los ingresos que ya podían tener el alta. Esa situación se normalizó algo más el martes y dado que el miércoles volvía a ser festivo se optó por no modificar la distribución de la plantilla en las unidades de hospitalización. Sin embargo ayer se entendió que no había que demorar más la apertura puesto que el hospital, antes de las altas de mediodía, tenía 25 habitaciones individuales convertidas en dobles y otras 25 habitaciones dobles convertidas en triples.
Portavoces del personal de Cabueñes aseguraron que la bonanza climatológica de diciembre había provocado hasta ahora una situación inusual en Cabueñes, con plantas que rondaban la veintena de ingresos. Pero sobre todo desde el inicio de enero tanto las urgencias como los ingresos en UVI se habían disparado. En Cabueñes, de hecho, se han estado derivando pacientes de la UVI no sólo a Oviedo, también a Avilés "y parece que la alta presión es general en las uvis", contaron.
