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Absuelven a un asmático que no pudo repetir un test de alcoholemia

Los jueces le retiran la multa de mil euros y entienden que el fallo en la prueba se debió a sus "padecimientos"

La Audiencia Provincial de Asturias ha rebajado la condena a un vecino de la ciudad al que la Policía acusaba de negarse a realizar las pruebas de alcoholemia. Los magistrados aceptan el argumento de que el conductor no podía soplar porque tiene asma y le retiran la multa de 1.080 euros que le había impuesto el juzgado de lo penal manteniendo, eso sí, los seis meses de prisión y la prohibición de conducir durante un año con los que se le había castigado por conducir en estado ebrio.

Los agentes que examinaron al procesado aseguran que le vieron "con síntomas muy evidentes de hallarse bajo los efectos del alcohol", por lo que decidieron realizarle un test en el que el gijonés arrojó un resultado de 0,68 miligramos de alcohol en litro de aire espirado. La prueba se hizo en la calle con un etilómetro portatil por lo que el tribunal asegura que esta cifra "carece de especial relevancia" ya que los test válidos "son los realizados con el etilómetro de precisión". Una máquina que fue utilizada posteriormente, ya en la Jefatura de Policía, en seis ocasiones. "Dos de los test dieron resultado positivo y los otros cuatro resultaron fallidos", se asegura en la sentencia.

Los jueces rechazan que el reo se negara a hacer las pruebas tal y como indicó el policía que elaboró el atestado -en el que se dice que el conductor "soplaba fuera de la boquilla"-, y creen que "es razonable pensar que la causa del fallo fuese que el acusado no podía soplar bien por los padecimientos respiratorios que le aquejan". Unos padecimientos que, reconocen los jueces, en ese momento se habían "incrementado por el nerviosismo de la situación y la embriaguez".

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